En una declaración, el presidente Biden y la vicepresidente Harris celebraron el aniversario de la sentencia Roe v. Wade ―que anuló todas las restricciones sobre el aborto en todo el país― calificando la decisión como un avance de los derechos y la salud de las mujeres y avisando de la intención de blindarla.
Los prelados católicos no se quedaron callados y, a través del arzobispo de Kansas City, Joseph F. Naumann, que es presidente del Comité de Actividades Pro-Vida del episcopado de Estados Unidos, realizaron un comentario al respecto el mismo día de la lamentable declaración de Biden y Harris.
“Es profundamente inquietante y trágico que cualquier presidente elogie y se comprometa a codificar un fallo de la Corte Suprema que niega a los niños por nacer su derecho humano y civil más básico, el derecho a la vida, bajo el disfraz eufemístico de un servicio de salud”, afirma el arzobispo estadounidense.
“Aprovecho esta oportunidad para recordar a todos los católicos que el Catecismo dice: ‘Desde el primer siglo, la Iglesia ha afirmado la maldad moral de cada aborto provocado. Esta enseñanza no ha cambiado y permanece inmutable’. Los funcionarios públicos son responsables no solo de sus creencias personales, sino también de los efectos de sus acciones públicas”, señala el prelado en clara referencia a la condición de católico de Biden.
La elevación del aborto, provocada por la sentencia Roe v. Wade, a la categoría de derecho protegido, y la eliminación de las restricciones estatales, “allanaron el camino para la muerte violenta de más de 62 millones de niños no nacidos inocentes y para innumerables mujeres que experimentan el dolor de la pérdida, el abandono y la violencia”, explica el arzobispo.
“Instamos encarecidamente al presidente a rechazar el aborto y a promover la ayuda que reafirma la vida a las mujeres y las comunidades necesitadas”, concluye.
InfoVaticana