El cardenal Timothy Dolan de la Arquidiócesis de Nueva York le dijo a una laica católica que el padre jesuita Edward Dougherty, quien ofició el escandaloso funeral del 15 de febrero de un activista transgénero y ateo en la Catedral de San Patricio, “es un héroe”.
LifeSite habló con Wendy Stone Long, quien se había acercado al Cardenal Dolan el sábado 17 de febrero después de su Misa de vigilia en la Parroquia Blessed Sacrament en New Rochelle, Nueva York. Long le dijo a LifeSiteNews que primero le preguntó al cardenal cuándo se llevaría a cabo una Misa de Reparación en la catedral para reparar el reciente funeral sacrílego.
Dolan se inclinó hacia Long y le susurró al oído: «Sabes, creo que ya sucedió; lo hicieron en el QT (silencio) para que esos manifestantes no lo interrumpieran».
Cuando Long insistió en que a muchos católicos les hubiera gustado asistir a esa Misa de Reparación a la luz del gran escándalo del funeral, Dolan le dijo que el jesuita Dougherty “es un héroe” porque “detuvo la Misa (funeral)”. Pero cuando Long objetó que ella misma había visto todo el servicio y que el jesuita no lo detuvo, Dolan dijo: “Luego continuó sin él”, y el cardenal se dio la vuelta y se alejó.Dolan no aprovechó su homilía en la misa de vigilia del sábado por la tarde en New Rochelle para comentar el escándalo que había tenido lugar en su propia catedral unos días antes y desde entonces no ha hecho ningún comentario público sobre el asunto.
Dougherty ofició el funeral el 15 de febrero. Como se puede escuchar en el vídeo del evento, antes del servicio le dijeron que la misa fúnebre originalmente planeada tenía que convertirse en un funeral. “Funeral, no misa”, le dijo un clérigo a Dougherty, a lo que él respondió: “Está bien, está bien”. Pero él no tomó esa decisión. Continuamente habló de la activista trans Cecilia Gentili (nacida hombre) como “ella” e indicó que Gentili estaba camino al cielo. Al comienzo del servicio, elogió a los asistentes, cientos de los cuales eran personas transgénero, afirmando : «Excepto el Domingo de Pascua, realmente no tenemos una multitud tan bien concurrida». La congregación estalló en prolongados y estruendosos gritos y silbidos en respuesta al sacerdote, quien luego se ríe.
También toleró las innumerables blasfemias y burlas de la fe católica durante todo el servicio, durante el cual se burlaron de la Madre de Dios (reemplazando las palabras “Ave María” por el canto “Ave Cecilia”, como si Gentili fuera un santo comparable a Nuestra Dama).
Con el sacerdote sentado cerca, una pareja homosexual intercambió un beso en el altar. Cuando el “marido” de Gentili llamó “ángel” al difunto, el jesuita Dougherty aplaudió en señal de aprobación. Otro orador llamó a Gentili “nuestro santo” que trabajó para que “las trabajadoras sexuales sean libres”.
En ciertos momentos durante el servicio, se podía escuchar a Dougherty reírse de las bromas de la audiencia.
En el altar mayor de San Patricio, las personas transgénero se abrazaban y besaban durante los discursos conmemorativos.
Un amigo proclamó a Gentili como “esta puta, esta gran puta” y “Santa Cecilia” ante un gran aplauso. La multitud y los organizadores del funeral lo convirtieron en una manifestación política completa con vítores, abucheos e intenciones de una “atención médica que afirme el género”. Este canto blasfemo llenó toda la catedral mientras el ataúd de Gentili era llevado por el pasillo, acompañado por Dougherty, quien había declarado al final: “Despedimos a nuestra hermana Cecilia”. Y añadió: “Un día la saludaremos con alegría nuevamente”.
El sacrílego suceso en la catedral católica más importante de Estados Unidos ha generado muchas críticas. Una petición de LifeSiteNews solicitando que se realice un exorcismo en la catedral ya ha obtenido más de 10.000 firmas.
Un grupo de eruditos y autores católicos (entre ellos el editor en jefe de LifeSiteNews, John-Henry Westen) ha instado a los obispos del mundo a reconocer el vínculo entre esta provocación planificada en la ciudad de Nueva York y la postura debilitada de la Iglesia hacia la agenda LGBT. bajo el Papa Francisco, especialmente a la luz de su aprobación de las bendiciones para las parejas homosexuales. Si esta nueva iniciativa no se ve obstaculizada, es probable que pronto se produzcan provocaciones similares en numerosas parroquias del mundo.
Es probable que Dolan también reciba más críticas por esta respuesta a Long.
«El cardenal Dolan se esconde, no asume la responsabilidad de este escándalo», dijo a LifeSite la defensora de los niños Elizabeth Yore.
“Un escándalo público ocurrido en una catedral católica exige un acto público de reparación, una Misa de Reparación pública, no una privada en la clandestinidad. Dolan tiene más miedo de la protesta transexual que del escándalo que ha causado en la Iglesia”.
Por MAIKE HICKSON.
Life Site News.
