Un informe del 25 de marzo «sobre la situación de la salud y los derechos sexuales y reproductivos en la UE [Unión Europea], en el marco de la salud de la mujer» ha recibido la aprobación del Parlamento Europeo, por lo que adoptando el encuadre del informe del aborto como un “servicio de salud esencial” y un “derecho humano” en una votación el jueves.
El documento de «salud reproductiva», conocido como el informe Matić por el nombre de su patrocinador en el Parlamento Europeo, el eurodiputado croata Predrag Fred Matić, también califica la objeción de un médico al aborto «basada en creencias personales» sobre el feto como «la negación de atención médica.»
Durante una sesión plenaria del Parlamento Europeo, el cuerpo legislativo de la UE, los legisladores votaron a favor del informe a favor del aborto, 378-255, con 42 abstenciones. Un comunicado de prensa emitido por el Parlamento después de la votación declaró que «los derechos de salud sexual y reproductiva (SDSR) [son] un pilar fundamental de los derechos de las mujeres y la igualdad de género que no puede ser diluido o retirado de ninguna manera». En consecuencia, el Parlamento instó a los estados miembros de la UE «a garantizar que se ofrezca a las mujeres una SDSR de alta calidad, completa y accesible, y a eliminar todas las barreras que les impiden utilizar estos servicios».
El Parlamento enfatizó que estos servicios incluyen «acceso al aborto, anticoncepción y educación sexual», informando a los países de la UE con «leyes altamente restrictivas que prohíben el aborto [como Polonia]», que ahora violan los «derechos humanos» de la mujer. El informe ahora requiere que «todos los estados miembros garanticen el acceso universal» a lo que la UE llama «aborto seguro y legal, y garanticen que el aborto a pedido sea legal al comienzo del embarazo y más allá si la salud de la persona embarazada está en peligro».
No satisfecho con ampliar la definición de aborto para convertirlo en un derecho humano, el informe también disminuye los derechos de conciencia, enmarcando las objeciones al aborto como la negación de la «atención» y «una forma de violencia de género». «Los eurodiputados lamentan que algunos estados miembros permitan a los médicos, e incluso a instituciones médicas enteras, rechazar la prestación de servicios de salud debido a una llamada cláusula de conciencia», se lee en la declaración del Parlamento. «Esto conduce a la negación de la atención del aborto por motivos de religión o conciencia y pone en peligro la vida de las mujeres».
Los eurodiputados también enfatizaron la aparente necesidad de brindar educación sexual a «niños de escuelas primarias y secundarias», y afirmaron que dicha instrucción «puede contribuir significativamente a reducir la violencia y el acoso sexual».
Matić comentó sobre el éxito de la votación y dijo que «marca una nueva era en la Unión Europea y la primera resistencia real a una agenda regresiva que ha pisoteado los derechos de las mujeres en Europa durante años».
Antes de que se aprobara el informe de Matić, se presentaron dos propuestas alternativas a la cámara en un último intento desesperado por bloquear el informe, informó el periódico católico alemán Die Tagespost . El grupo parlamentario del PPE Demócrata Cristiano y el grupo euroescéptico ECR vieron frustrados sus intentos más temprano en el día, con las respectivas propuestas rechazadas por 373-288 y 402-267.
Los obispos de la UE criticaron el informe Matić por su “perspectiva unilateral”, descuidando cualquier preocupación por los derechos del ser humano no nacido cuya vida está en juego. En un documento escrito en respuesta a la propuesta pro-aborto, la Comisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) contradice la noción de un «derecho humano al aborto». «Una intervención médica de tal magnitud no puede ni debe convertirse en una práctica normal» y es «éticamente insostenible».
“No existe ningún tratado internacional de derechos humanos, u otro tratado internacional, que establezca un ‘derecho humano al aborto’ tan general o una obligación correspondiente de los Estados”, afirmaron. De hecho, los obispos afirmaron que el informe “desconoce la responsabilidad de los Estados miembros de definir su política de salud y la organización y prestación de servicios de salud y atención médica”, usurpando así los derechos soberanos de esos estados.
A pesar de las numerosas objeciones, “[una] mayoría de los eurodiputados han dejado clara su posición a los estados miembros y les han pedido que garanticen el acceso al aborto seguro y legal y una gama de otros servicios de salud sexual y reproductiva”, comentó Matić.
BRUSELAS, Bélgica.
life site news.
