Tras la publicación en julio de 2021 del documentoT raditionis Custodes que impide la libre celebración de la Misa tradicional, Francisco denegó las ordenaciones sacerdotales a los Misioneros de la Divina Misericordia, una sociedad de vida apostólica de la diócesis de Toulon-Fréjus, Francia.
Como consecuencia, la ordenación de seis seminaristas al diaconado o al sacerdocio se ha pospuesto indefinidamente. Uno de ellos lleva esperando casi dos años.
Fundado en 2005 por el padre Fabrice Loiseau, el grupo celebra habitualmente la misa romana y sigue las controvertidas enseñanzas sobre la misericordia divina de sor Faustina Kowalska. Su apostolado particular consiste en predicar el Evangelio a los musulmanes.
Aunque las ordenaciones se han reanudado en la diócesis de Toulon tras el nombramiento de Mons. François Touvet como obispo diocesano de facto, seis de los seminaristas de la comunidad siguen bloqueados para la ordenación.
Francisco quiere que se ordenen en el Novus Ordo y no celebren la Santa Misa, aunque esto es contrario a sus constituciones, aprobadas definitivamente por la Iglesia en julio de 2021.
El fundador de la comunidad, el abate Loiseau, copreside regularmente la eucaristía con el obispo. Los miembros de la comunidad participan en los grandes acontecimientos diocesanos y presiden los matrimonios del Novus Ordo. La llamada «hermenéutica de la continuidad» está en el centro de su predicación.
Los seminaristas de las Misioneras de la Misericordia asisten al seminario diocesano y participan allí en la eucaristía. Pero la Congregación para la Liturgia (= Francisco) les pide que firmen una carta diciendo que se someterán a la decisión de los burócratas vaticanos sobre si pueden o no celebrar la Santa Misa. Los misioneros se han negado.
El Vaticano argumenta que los Misioneros de la Misericordia, que son de derecho diocesano, no pueden beneficiarse de las disposiciones tomadas para la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro, que es de derecho pontificio.
Sin embargo, esta distinción no se menciona en ninguno de los textos que tratan esta cuestión. Por ejemplo, los benedictinos de la Inmaculada Concepción en Italia y los religiosos de la Santa Cruz de Riaumont en Francia, ambos de derecho diocesano, acaban de ser ordenados sacerdotes o diáconos según el rito romano.
De todas las comunidades que celebran la misa, las Misioneras de la Misericordia son las que más se acercan al Novus Ordo. También es la más castigada. Esto no es sorprendente. Esta comunidad debe ser destruida porque, de lo contrario, se convertiría en una alternativa para todos aquellos que, en el pasado, habrían ingresado en el seminario de Fréjus-Toulon bajo Monseñor Rey.
Esto sucede en un momento en que la muerte de la Iglesia en Francia continúa con la desaparición del sacerdocio católico.
Monseñor Touvet ha recibido del nuncio en París, monseñor Migliore, el encargo de eliminar el papel de las comunidades católicas en la diócesis de Fréjus-Toulon.
Según Jean-Pierre Maugendre (LeSalonBeige.fr, 22 de septiembre), cumple la voluntad del nuncio «sin escrúpulos». Por ejemplo, el abate Dubrule, superior de las Misioneras de la Caridad, ha tenido que dejar su puesto de prefecto de estudios.
Maugendre también está preocupado por otros lugares de la liturgia católica amenazados por Traditionis custodes: «La comunidad de San Tarsicio del abate Trézière ya ha sido disuelta y el abate Campo, canciller diocesano, ha sido despedido».
El abate Forestier de Carnoule, el abate Ansaldi de Olioule y el abate Lambillote de Fréjus están amenazados. El futuro del seminario de Fréjus-Toulon, antaño floreciente, parece aún más sombrío. La Santa Misa ya no se celebra allí.
El número de seminaristas de Fréjus-Toulon se ha reducido a una treintena. En septiembre de 2024, por primera vez en cuarenta años, no había candidatos para el programa propedéutico, mientras que los Misioneros de la Divina Misericordia tenían cuatro.
PARÍS, FRANCIA,
SÁBADO 28 DE SEPTIEMBRE DE 2024.
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