Se lo representa a veces con una imagen de Cristo en el pecho, a causa de su parentesco con el Señor.
San Judas Tadeo. El Evangelio lo menciona como «hijo de Santiago» (Lc. 6, 16) y como «hermano» (primo) del Señor, de Santiago, de José y de Simón (Mc. 6, 13; Mt. 13, 55). Ocupa el último lugar en la enumeración de los Doce que figura en Hech. 1, 13.
Es el autor de una Epístola canónica, en la que se presenta a sí mismo como «servidor de Jesucristo», y «hermano de Santiago» (el Menor), (Jds. 1, 1). Según la tradición -que es más bien tardía, y que fue recogida desde el siglo VIII en el Martirologio Romano- predicó el Evangelio en Mesopotamia y luego marchó con Simón a Persia, donde ambos sufrieron juntos el martirio.
Santa Brígida cuenta en sus Revelaciones, que el Señor la exhortó a invocar a este apóstol con confianza. Actualmente la devoción a San Judas Tadeo es muy viva en la piedad popular, ya que se le atribuye la ayuda en trances desesperados.
Se lo representa a veces con una imagen de Cristo en el pecho, a causa de su parentesco con el Señor, de quien -según la leyenda- era muy parecido. Otro atributo más clásico es la maza, supuesto instrumento de su martirio (hasta el siglo XIV se lo representaba con espada, alabarda y hacha).
Por: Alejandro E. Pomar.
Oración a San Judas Tadeo para casos Imposibles y Desesperados
On venerado San Judas Tadeo, siervo fiel y amigo de Jesús. Muchos son los que te honran y te invocan en el mundo entero, como el patrón de los casos imposibles y de las causas desesperadas. Ruega por mí, que me siento tan impotente y solo.
Por favor, consígueme ayuda visible y rápida. Ven pronto en mi auxilio en este momento de gran tribulación que aflige a mi alma para que pueda recibir el consuelo y la ayuda del cielo en todas mis necesidades, pruebas y sufrimientos, particularmente en esta (realiza aquí tu petición) y que pueda alabar a Dios contigo por siempre.
Te prometo, bendito San Judas Tadeo, que siendo siempre conscientes de este gran favor que me alcanzarás, que siempre te honraré como mi poderoso patrono especial, y fomentaré con enorme gratitud, tu maravillosa devoción. Amén.
¡Oh gloriosísimo Apóstol San Judas! Siervo fiel y amigo de Jesús. El nombre del traidor que entregó a tu querido Maestro en manos de sus enemigos ha sido la causa de que muchos te hayan olvidado, pero la Iglesia te honra e invoca universalmente como patrón de los casos difíciles y desesperados.