El Papa, tras la oración mariana, recuerda el Regina Caeli que hoy comienza el mes dedicado a la Madre de Dios e invita a «todos los fieles y comunidades a rezar el Rosario por la paz todos los días de mayo». El pensamiento del Papa se dirige «a la ciudad ucraniana de Mariupol, ‘ciudad de María’, bárbaramente bombardeada y destruida».
Aún ahora, aún desde aquí, renuevo el pedido de que se establezcan corredores humanitarios seguros para las personas atrapadas en la acería de esa ciudad. Sufro y lloro pensando en el sufrimiento de la población ucraniana y en particular de los más débiles, los ancianos y los niños. Incluso hay terribles noticias de niños expulsados y deportados. Y mientras asistimos a un macabro declive de la humanidad, me pregunto, junto a tanta gente angustiada, si verdaderamente estamos buscando la paz; si existe la voluntad de evitar una continua escalada militar y verbal; si estamos haciendo todo lo posible para mantener las armas en silencio.
Finalmente, del Papa, también un llamado de corazón: “no os rindáis a la lógica de la violencia, a la perversa espiral de las armas. Tomemos el camino del diálogo y la paz”.
Amedeo Lomonaco – Ciudad del Vaticano