Hispanidad vs. Mundialismo

Pedro Mejías
Pedro Mejías

En eI mundo de ciencia ficción de Star Wars, una Nueva Esperanza nacía cuando la resistencia rebelde empezó a organizarse, frente a ese imperialismo totalitario que sojuzgaba a la galaxia, con nuevos líderes que emprendieron la liberación de los tiranos.

Algo así está pasando en Hispanoamérica hoy día, cual nueva Galaxia invadida por poderes “oscuros”… La Nueva Hispanidad es la “Nueva Esperanza” para nuestros pueblos invadidos por el neo-comunismo liberticida, feminista y de género.

Iniciativas políticas como la Carta de Madrid, firmada por multitud de intelectuales, profesionales, congresistas y representantes cívicos, impulsada desde la Fundación Disenso por el intelectual Hermann Terstch; o bien plataformas del mundo cívico como acTÚa HISPANIDAD -un proyecto nacido desde acTÚa FAMILIA- y también Spanish Heritage in the Americas, encabezadas ambas por María Herrera, junto a muchas otras, son las que, poco a poco, inclinarán la balanza de la guerra cultural que vivimos: la idea y la praxis de una Nueva Hispanidad se eleva como una “Nueva Esperanza” frente al globalismo mundialista neo-marxista.

La liberación, la resistencia, solo puede venir de los valores de la Reina Isabel, no como algo arcaico ni mucho menos, sino como auténticos ideales de verdadera belleza y humanidad, de Hispanidad, frente al “mundialismo”. La Nueva Hispanidad representa todos los valores que España aportó al Nuevo Mundo: civilización, cultura, preeminencia del ser humano y la familia, de la vida ante la cultura de la muerte, y de la libertad individual por encima de los totalitarismos de ayer y de hoy.

Hermann Terstch es un referente en la resistencia cultural anti-pensamiento único. No es solo un periodista, un escritor o un diputado en Estrasburgo, no. Es todo un símbolo intelectual de la Resistencia frente al comunismo. Sus libros, sus intervenciones y su presencia así lo han venido atestiguando desde hace años.

En la entrega de los ENCUENTROS de acTÚa FAMILIA en la ACN de este jueves, vamos a entrevistarle y a desgranar la famosa Carta de Madrid, muro frente al avance del Comunismo en Hispanoamérica, que quiere reunir las fuerzas vivas de la Región para alzarse ante la invasión que estamos sufriendo.

María Herrera, sobran ya las presentaciones, se ha erigido como una gran líder comunicativa de nuestras filas, y nos representa de fantásticamente en todos los foros a los que asiste, haciéndonos el honor además de darnos voz en la iniciativa acTÚa HISPANIDAD.

Los demás panelistas, el comunicador peruano Américo Vera, la líder activista también peruana Cynthia Rebaza, y el historiador americanista español Antonio Moreno, han demostrado también su trabajo activo y constante por la Hispanidad.

Este concepto es el que hoy enfrentamos al del “mundialismo” actual neo-marxista. España, históricamente, se va expandiendo hacia el occidente de forma progresiva durante tres siglos, creando la primera red global en lo comercial a nivel mundial. El galeón de Manila realizó viajes permanentes por el Pacífico, desde Acapulco hasta Manila, durante tres siglos, hasta los primeros años del siglo diecinueve. Por tanto, las naciones europeas, según María Elvira Roca, configuraron su identidad oponiéndose a España, que era la potencia hegemónica, dando lugar a la Leyenda Negra.

La historia es el gran testigo de lo que fue “el Imperio Español”. Ninguna obra humana es perfecta. De la misma forma los abusos puntuales en el proceso de la conquista, no han impedido que se instalase en América una gran civilización católica bajo los auspicios de la nación española. Aunque le pese a algunos, los hechos son tozudos: actuales naciones americanas tuvieron su máximo nivel en el tiempo en el que fueron parte de España, o del Imperio Español. Autores actuales han comenzado esa labor divulgativa: Jose Javier Esparza, Roca Barea, Marcelo Gullo, Antonio Moreno e Iván Vélez entre otros.

España aporta lengua, religión, pensamiento filosófico y teológico, organización administrativa, política y militar; aporta alfabetización de las tribus indígenas, codificación de sus propias lenguas, aprendizaje de nuevas destrezas y oficios; España aporta universidades. Aporta el trigo, el vino, el aceite, el caballo, el ganado vacuno, el ganado porcino, las ovejas. Y, por cierto, la primera vacunación mundial. España aporta el milagro del mestizaje, cosa poco valorada, pero que da una idea del respeto real de España por los indios americanos, considerándolos ciudadanos de pleno derecho, que respaldaba el Derecho de Indias salido con prontitud de la Escuela de Salamanca, a mediados del siglo dieciséis. ¿Qué imperio, hasta ahora, es capaz de presentar un balance constructivo como lo puede hacer España? Todos esos logros se pudieron realizar porque contaron en todo momento con el apoyo de la mayoría de la población indígena, que era y se sentía española.

Pero hay que pasar a la acción, construir nuevas relaciones personales, sociales, culturales, empresariales y religiosas. No es menor este último punto cuando los pasos siguientes del mundialismo será la implantación de un teísmo ecológico: Gaya o La Pachamama serán las divinidades del mundialismo intentarán transfundir a una sociedad muy domesticada.

Decía Marcelo Gullo, que “el trabajo por crear un frente hispano en contestación al globalismo tenía el intervalo de tiempo que ocupe el enfrentamiento inevitable entre China y USA, que será aproximadamente de unos veinte años”. Existen núcleos de resistencia. Se hace urgente entrar en contacto y sumar fuerzas.

Sabemos que el poder mundialista quiere minimizar hasta llegar a erradicar la disidencia, pero hay que impular todas las voces que vean con cierta claridad el momento en el que vivimos.

La Nueva Hispanidad no es una moda, sino un impulso de acción que nos debe encauzar hacia un futuro inmediato, salvando con éxito la situación presente.

La Nueva Hispanidad tendrá que erradicar de nuevo las supersticiones deshumanizantes y destructivas a grandes masas de personas, para llevarlas a una humanidad nueva con un perfil cristiano y humano, sin complejo alguno. Esto es: la Nueva Hispanidad tendrá que, frente a la Ideología de Género y al Ecologismo como nuevas religiones, mirar hacia el rearme antropológico, que mantenga como eje ético del hombre la Ley Natural.

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