La historia es tristemente conocida, pero conviene recordarla brevemente.
En el mes de noviembre de 2007, el doctor Renato Guarini, Rector de la Universidad de Roma «La Sapienza» invitó al Papa Benedicto XVI a la ceremonia de inauguración del año académico, prevista para el 17 de enero de 2008.
Una vez que se difundió la noticia, el 14 de noviembre de 2007, el periódico comunista Il manifiesto publicó una carta de protesta del prof. Marcello Cini ( AQUÍ ), a la que siguió el 23 de noviembre una carta dirigida al Rector y firmada por 67 (de 4.500) profesores universitarios, posteriormente firmada por otros 700 profesores y científicos externos.
La oposición -evidentemente ideológica- se basó en un supuesto (y luego comprobado como infundado) error contenido en el discurso sobre Galileo Galilei pronunciado en la misma Universidad el 15 de febrero de 1990 por el cardenal Joseph Ratzinger, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y sobre la -también ideológicamente cuestionada- lectio magistralis «Fe, razón y universidad – Memorias y reflexiones» , celebrada el 12 de septiembre de 2006, por el Papa Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona y cumbre intelectual y pastoral de su Pontificado ( AQUÍ ).
Siguió un increíble bombardeo mediático y callejero para impedir que el Papa participara en la ceremonia (que culminó con la ocupación de la sede del Senado Académico y del Rectorado) apoyado por el mundo intelectual-progresista y -en el silencio del Rector– y el El 15 de enero de 2008 la Santa Sede declinó la invitación ( OMS ), pero haciendo público el discurso que el Santo Padre debería haber pronunciado ( OMS ).
La infame mancha en la historia centenaria de la mayor universidad europea, establecida bajo el nombre de Studium Urbis por el Papa Bonifacio VIII con la bula papal In Supremae praeminentia Dignitatis , permanecerá imborrable .
Sorprende, por tanto, el mensaje de » profundas condolencias » publicado primero en la página de Instagram ( AQUÍ ) y luego en la página de Facebook ( AQUÍ ) de la Universidad, cuyas palabras -a la luz de los hechos sucintamente mencionados- adquieren contornos de auténtico hipocresía: nunca se escribió un bonito silencio.
Y en los numerosos comentarios a las dos publicaciones , que informamos a continuación, afortunadamente no falta la condena casi unánime de los lectores.
MIL.
CIUDAD DEL VATICANO.
MARTES 3 DE ENERO 2023.