He aquí que la virgen concebirá y dará a luz a un hijo

Pbro. Crispín Hernández Mateos
Pbro. Crispín Hernández Mateos

Las lecturas de este domingo narran el nacimiento del niño Jesús, salvador del mundo. El papel principal lo toman el Espíritu Santo y María, sin embargo, san José es una pieza fundamental en la historia de la salvación. Veamos.  

SAN JOSÉ, EL VARÓN JUSTO

¿Quién es el hombre justo? El que cumple en todo la voluntad de Dios, que no anda por caminos equivocados ni difama a su hermano, es el hombre de labios puros y corazón sincero (cf. Sal 24). Su alegría es cumplir la ley del Señor (cf. Sal 118). San José es presentado como el varón justo y temeroso de Dios, por eso no piensa denunciar a María ni repudiarla, sino dejarla en secreto. Si lo hiciera, María podría ser juzgada por algún delito contra el matrimonio y morir apedreada.

Dios, que conoce nuestros pensamientos, interviene en ellos para orientarlos, por eso manda a su Ángel para que José cambie de decisión. San José acepta la voluntad de Dios y recibe a María en su casa. José, cambia el deseo de abandonarla por la actitud de cuidarla, protegerla y amarla siempre. San José es el padre abnegado y comprensivo. ¿Qué valores y actitudes positivas deben cultivar los papás varones? ¿Por qué es importante cumplir la voluntad de Dios?

MARÍA CONCIBIÓ POR OBRA DEL ESPÍRITU SANTO

Jesucristo fue engendrado, no creado, pues Dios, que da la vida, engendra a su Hijo en el vientre de María. No necesita la ayuda del varón, pues sólo María fue preservada del pecado original y Jesús nace del tálamo siempre Virgen de su madre, quien no cometió nunca pecado. El Ángel Gabriel ya le había anunciado: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús» (Lc 1,30-31)

El Ángel ante las interrogantes de María, contesta: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será Santo y será llamado Hijo de Dios» (Lc 1,35). Ante toda esta situación, María responde: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» (Lc 1,38). En ese momento que acepta la voluntad de Dios, queda encinta. De este modo,  debemos cuidar toda vida humana porque es sagrada ¿Qué harías si estuvieras embarazada? ¿De qué modo promover la cultura de la vida?

JESÚS SALVARÁ A SU PUEBLO DE SUS PECADOS

El nombre de Jesús significa: Dios salva y esa es la misión que ejercerá durante toda su vida. Jesucristo viene a salvarnos del mal y de la muerte, por eso, al vencerlos, ya  no tienen poder sobre el ser humano. Jesucristo fue un hombre que pasó toda su vida haciendo el bien, currando a los enfermos de sus dolencias y liberando a los oprimidos por el diablo (cf. Hech 10,37-38)

Jesucristo vino al mundo no para condenarlo sino para salvarlo (cf. Jn 3,17). La misión de Jesús fue sanar, curar y aliviar (cf. Mt 11,28-30). Cuando se encuentra con la mujer pecadora le dice: «Yo tampoco te condeno, vete en paz y no vuelvas a pecar» (Jn 8,11). Jesucristo siempre luchó contra el demonio: «Cállate y sal de él» (Lc 4,35). «Sal de él y no vuelvas a entrar» (Mc 9,25) ¿De qué pecados necesitas ser liberado? ¿Por qué se percibe en el mundo la incidencia del mal?

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