Con motivo del octavo centenario de la recepción de los estigmas por parte de San Francisco de Asís, numerosos peregrinos acudieron al santuario del monte La Verna. Fue en este cerro donde Cristo Crucificado se apareció al fundador de los Frailes Menores, marcando al santo con los signos de la Pasión de su Salvador.
Según los recuerdos del Pobre de Asís, el 17 de septiembre de 1224, Cristo Mártir se le apareció en visión mientras meditaba en la Pasión del Señor. De las Llagas del Salvador debía salir luz, señalando el poder salvador de Su Sufrimiento. Durante la visión, Francisco estuvo de acuerdo en que Cristo le marcaría con marcas similares. De esta manera, el Señor Jesús testificó que a través de sus obras San Francisco sigue su ejemplo divino.
Los estigmas de Francisco se convirtieron en parte permanente de la identidad de la orden franciscana y de sus herederos posteriores. Hasta el día de hoy, el brazo del santo cruzado con la mano de Cristo, que lleva juntas heridas similares, es un símbolo de los Frailes Menores.
En el octavo centenario de la recepción de los estigmas por parte de Santo. El hermano de Francisco, Alessandro, del monasterio de Monte La Verna, recordó que estas marcas eran «heridas concretas y sangrantes». Según añadió, se trata de un «mensaje radical» que «nos remite a la cruz de Jesús».
En 1224 santo Francisco ya estaba al final de su vida dedicado a la penitencia. La orden mendicante que fundó, junto con la congregación dominicana, jugó un papel clave en la historia de la Iglesia. Pronto surgieron de sus filas muchos santos y predicadores destacados.
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