* x<Durante estos últimos meses y semanas, unos cuantos obispos españoles se han ido delatando ellos solos ya sea por sus silencios cómplices o por abrir la boca dependiendo de la polémica.
Creo que no descubro América si afirmo que tenemos en rasgos generales un episcopado bastante mediocre en España. Tenemos una generación de obispos que viven adormecidos e instalados en la tibieza y cobardía con tal de no salir señalados en los medios de comunicación.
Resulta cuanto menos llamativo que los sucesores de los Apóstoles -que dieron su vida por Cristo hasta el martirio en muchos casos- no estén dispuestos a tener que sufrir los ataques de los medios que son enemigos de la Iglesia por defender su moral y doctrina.
A muchos llamó la atención la rapidez con la que la archidiócesis de Toledo de monseñor Francisco Cerro Chaves y cuyo obispo auxiliar es César García Magán, secretario general de la Conferencia Episcopal Española, saliera a amenazar a varios de sus sacerdotes que participaban en el programa de La Sacristía de la Vendée con tomar represalias. Por el momento las amenazas del obispado han tenido efecto y han logrado que se paralice por ahora la emisión de este programa sacerdotal semanal.
En otra polémica anterior fabricada por algunos medios, a la archidiócesis de Toledo le faltó tiempo para amonestar a otros sacerdotes de la diócesis cuando se lanzó la campaña de recogida de firmas para pedir que se retirara Fiducia supplicans.
La doble vara del cardenal Cobo
Siguiendo con la famosa campaña de recogida de firmas que logró más de 10.000 firmantes, hay que recordar que muchos de los que dieron su apoyo fueron sacerdotes que no tuvieron inconveniente en firmar con su nombre públicamente indicando su diócesis. Alguno de ellos eran de Madrid, por lo que el arzobispo de Madrid tomó cartas en el asunto.
Según publicó Religión Digital, el cardenal Cobo les dijo que los sacerdotes madrileños involucrados “han sido seriamente amonestados, se les ha preguntado si tienen algo en contra del Papa y se les ha recordado su juramento de fidelidad al Santo Padre”.
Afirmó que “un sacerdote no puede formar parte de un foro civil y público en el que se insulte al Papa”. Cobo también criticó los esfuerzos de aquellos que buscaban conservar el modo de ser de la Iglesia: “Estamos en una situación de misión, y algunos siguen reaccionando como si estuviéramos viviendo una Iglesia de conservación”.
Para este asunto, el cardenal Cobo sí tuvo palabras -y duras-, pero hay otra polémica reciente sobre la que ha preferido guardar escrupuloso silencio. Hace unos días, informamos en este medio de las declaraciones de un sacerdote de la archidiócesis de Madrid, Javier Baeza, quien pidió que el próximo Papa fuese gay o mujer.
Lo dijo abiertamente en una entrevista para la Cadena SER. Este sacerdote destinado en el barrio de Entrevías no tuvo problema en soltar varios comentarios contrarios a la moral, doctrina, catecismo y Magisterio de la Iglesia católica. A Baeza no parece que le vaya a pasar nada por estas declaraciones. «Desde el arzobispado de Madrid no vamos a entrar a valorar las declaraciones públicas que realicen los sacerdotes de nuestra diócesis», respondieron desde el arzobispado madrileño a Religión Confidencial.
Palos para los curas firmantes de la campaña de recogida de firmas contra Fiducia supplicans (no contra el Papa como aseguraba Cobo haciéndose eco de la manipulación de otros medios) y silencio para los que dicen la primera herejía que se le pasa por la cabeza a pesar de que el propio Cobo pidió días atrás no crear confusión a raíz de la polémica generada por la celebración de la ‘pseudoboda’ gay en una ermita de Madrid a la que asistió de invitado el padre Damián.
Otros silencios episcopales
Algunos de nuestros lectores recordaran que desde este medio dimos la voz de alarma a comienzos del mes de enero cuando anunciamos que una parroquia de Vigo organizaba un curso de «cristología feminista» y lo anunciaban con la imagen de un Cristo convertido en mujer.
Desde InfoVaticana decidimos contactar con la diócesis de Tui-Vigo para pedir una valoración del obispo de la diócesis, monseñor Luis Quinteiro. Desde la secretaría del obispo respondieron al primer correo diciendo que el obispo se encontraba esa semana de Ejercicios Espirituales en Madrid por lo que hasta su vuelta a Vigo no podría ver el correo.
Pasado un tiempo prudencial, volvimos a contactar con la diócesis para pedir esa valoración del obispo. En su segunda respuesta, desde el obispado alegaron que tras haber estado una semana fuera, tenía muchos correos acumulados, pero que nos darían respuesta. Pues bien, esa respuesta nunca llegó. La diócesis de Tui-Vigo prefirió guardar silencio sobre ese evento.
Más recientemente quisimos preguntar a la diócesis de Vic por las palabras de la monja sor Lucía Caram. Aunque al ser religiosa se debe a sus superioras de la congregación, decidimos preguntar al obispado por su parecer sobre que una monja que desarrolla su labor en su diócesis diga públicamente de unos sacerdotes que son «imbéciles» y «gilipollas». La diócesis de Vic dio acuse de recibo y nos trasladó que nos darían respuesta lo antes posible. Dos semanas después, aún seguimos esperando.
Tampoco podemos olvidar uno de los últimos silencios episcopales y que ha pasado desapercibido. Lo protagonizó hace una semana el secretario general de la CEE, César García Magán, en la rueda de prensa para presentar los trabajos de la Asamblea Plenaria. García Magán dejó sin responder la respuesta de Juanjo Romero, director de Infocatólica que le preguntó si la CEE asume los postulados contrarios a la antropología cristiana que propaga el padre Damián. La pregunta venía a cuento ya que fue el sacerdote elegido por la Conferencia Episcopal para participar en el taller “Primer Anuncio en el Continente Digital” en el encuentro de Laicos sobre el Primer anuncio celebrado en Madrid en febrero y que organizó la Conferencia Episcopal Española. García Magán se fue por las ramas y dejó sin responder la pregunta.
Esto son solo algunos ejemplos concretos de la piel fina que tienen los obispos españoles para algunas cosas y la piel gruesa para otras. ¿Conseguirá el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis Argüello, cambiar el rumbo?
Por Javier Arias.
Madrid, España.
Viernes 15 de marzo de 2024.
Infovaticana