OPINIÓN.
Este miércoles quienes creemos que el derecho a nacer es el primero de los derechos a defender, tuvimos razones para festejar, cuatro ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación le corrigieron la plana al Ministro González Alcántara, quien pretendía violar la separación de poderes, obligando al Congreso de Veracruz a cambiar su legislación para despenalizar el aborto. Sin embargo, el tema no se resuelve de fondo, ya que se rechazó por las graves deficiencias técnicas del proyecto de sentencia.
Ahora, sinceramente, ¿Gana o pierde el derecho a vivir por la decisión de una Corte? A mi juicio, no. La lucha por la vida va más allá de lo que una Corte decida.
Defender la vida es algo que se hace a diario, cuando se crean las condiciones desde nuestro espacio de acción para que las personas en nuestro entorno tengan una mejor vida. La vida ganará realmente cuando ninguna mujer tenga que preguntarse si abortar o no. Cuando todo niño al nacer tenga las mismas oportunidades de desarrollo, cuando no haya niños en la calle, cuando una mujer embarazada tenga los apoyos suficientes para salir adelante, sin que un hijo sea una carga. Cuando la paternidad sea de dos y ambos cumplan su función.
Podremos decir que la vida gana, cuando todos como sociedad entendamos el don que es despertar cada día. Y cuando todos al despertar tengamos las condiciones adecuadas para vivir.
Para eso no se requiere pelear, ni exigir votaciones a la Corte desde ninguna postura. Se requiere compromiso de todos y cada uno de quienes habitamos este mundo. Creer que el aborto es la solución a problemas es un falso debate, como lo es creer que por ser delito el aborto es la garantía suficiente para defender la vida.
Seguro estoy que esta reflexión incomoda a muchos, pero por eso, como toda reflexión, es una opinión personal.
Yo trato de generar condiciones en mi entorno, te invito a que lo hagamos juntos.
¡Que Viva México!