* La Fundación Hind Rajab está utilizando imágenes de las redes sociales de los propios soldados israelíes como evidencia para las investigaciones de crímenes de guerra.
Los funcionarios israelíes están preocupados por el arresto de sus soldados después de combatir en Gaza luego de que un soldado huyera de Brasil para evitar ser interrogado por presuntos crímenes de guerra que cometió en Gaza y filmó para las redes sociales.
La Fundación Hind Rajab (HRF), con sede en Bélgica, es la fuerza detrás de este esfuerzo internacional por la rendición de cuentas.
Formada hace apenas cinco meses, HRF ha reunido a abogados y activistas de todo el mundo para preparar casos, principalmente basados en contenido de redes sociales compartido por los propios soldados israelíes.
El reservista israelí Yuval Vagdani fue uno de los primeros de lo que, según el fundador y presidente de HRF, Dyab Abou Jahjah, serán muchos soldados acusados de crímenes de guerra.
En declaraciones a los medios israelíes el miércoles después de verse «obligado» a interrumpir su «viaje de ensueño» a Brasil, Vagdani dijo que encontrarse sujeto a una investigación por crímenes de guerra en el extranjero después de haberse filmado a sí mismo haciendo estallar casas en Gaza «se sintió un poco como una bala en el corazón».
Según los medios locales, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel había desempeñado un papel fundamental para ayudar a Vagdani a evadir la investigación y el posible procesamiento por crímenes de guerra, primero organizando su contrabando a Argentina y de allí a Estados Unidos, antes de partir finalmente a Israel.
Las autoridades y los medios de comunicación israelíes han emitido directrices para los soldados sobre cómo evadir el arresto en el extranjero y camuflar sus identidades durante el despliegue.
No se ha recibido respuesta a la pregunta de Al Jazeera sobre si estas medidas adicionales incluyen entrenamiento para reservistas sobre lo que podría constituir un crimen de guerra.
Aportando pruebas contra ellos
Después de 15 meses de que los soldados israelíes compartieran con orgullo videos de ellos mismos cometiendo posibles crímenes de guerra en Gaza, HRF tenía muchas pruebas para usar al buscar su procesamiento bajo el derecho internacional y nacional.
Los videos y las imágenes muestran a soldados obligando a hombres palestinos a desfilar en ropa interior , abusando de cautivos, saqueando y destrozando casas e incluso vistiéndose con ropa de mujer que saquearon .
“Se trata de rendir cuentas ante la ley”, dijo Abou Jahjah. “Si los soldados consideran que no han cometido un crimen de guerra, está bien. Escuchemos su caso. Es en interés de todos hacerlo”.
Hind Rajab es el nombre de una niña de cinco años que fue asesinada en un coche en Gaza por Israel mientras suplicaba ayuda por teléfono durante tres horas, rodeada de miembros de su familia muerta y a la vista de los paramédicos palestinos que también fueron asesinados cuando intentaban llegar hasta ella.
Hasta ahora, la fundación que lleva su nombre ha presentado más de 1.000 casos ante el tribunal internacional.
Los abogados de HRF y los activistas en línea revisan montañas de imágenes y vídeos que les envían en línea para verificar y geolocalizar cada uno, verificar sus metadatos y verificar su cadena de custodia, desde el soldado que lo filma hasta HRF, explicó Abou Jahjah.
Cuando el perpetrador tiene doble nacionalidad, HRF busca el procesamiento bajo las leyes existentes del segundo país sobre crímenes de guerra y, en el caso de ciudadanos israelíes únicamente, recopila archivos legales, que luego se presentan como evidencia ante la Corte Penal Internacional (CPI).
Como era de esperar, el trabajo de HRF ha sido recibido con duras críticas en Israel, y algunos afirman que estos procedimientos legales son “doxing” (la publicación no autorizada de identidades individuales) de soldados que se filmaron a sí mismos.
Abou Jahjah también ha sido amenazado personalmente por el ministro israelí de Asuntos de la Diáspora, Amichai Chikli, quien, aludiendo a los ataques a los sistemas de comunicación de los miembros de Hezbolá en septiembre de 2024, le dijo que «vigile su busca».
“Realmente no me importa”, dijo Abou Jahjah. “He estado en esto durante muchos años y, cuando lo comparas con lo que está sucediendo en Gaza, las amenazas contra mí realmente no son grandes”.
HRF también mantiene un catálogo de lo que describe como los “perpetradores, cómplices e instigadores” contra quienes busca investigaciones por crímenes de guerra.
Impunidad y persecución
«Están orgullosos de estos actos», dijo Milena Ansari de Human Rights Watch desde Jerusalén sobre los potenciales crímenes de guerra difundidos por los soldados en las redes sociales.
“Publicarlo en Internet contribuye a deshumanizar a los palestinos y, al mismo tiempo, es motivo de verdadera celebración”, dijo a Al Jazeera.
“La sensación de impunidad es absoluta… Siempre ha existido, especialmente con respecto a las acciones israelíes en Cisjordania ocupada, pero ha aumentado significativamente desde octubre de 2023 [cuando comenzó la guerra de Israel en Gaza]”.
Muchos en Israel consideran que los casos contra los reservistas son injustos y una continuación de siglos de antisemitismo, sentimientos reivindicados y utilizados como arma por el Estado israelí, dijo el politólogo Ori Goldberg desde Tel Aviv.
“La situación en Israel se está deteriorando”, dijo Goldberg. “No se puede llevar a cabo un genocidio durante 15 meses y esperar otra cosa. Israel ha cambiado radicalmente”.
“Hoy en día la gente ni siquiera considera a los palestinos como seres humanos, si es que alguna vez los consideró así. Para la mayoría de la gente, los palestinos ni siquiera son alimañas. Hay que matarlas. Los palestinos son menos que eso”, afirmó.
En ese contexto, que unos cuantos soldados se “desahogaran” durante una guerra de la que nadie se siente responsable, donde las únicas víctimas fueron palestinas, era comprensible para muchos dentro de Israel, dijo Goldberg.
“Están haciendo pasar esto como si el mundo estuviera contra Israel”, dijo Goldberg sobre la respuesta del gobierno y los medios de comunicación a las numerosas investigaciones y procesos que se cree que están en marcha.
“Es la persecución de los judíos, una vez más”, dijo.
“La mayoría de la gente ni siquiera siente que Gaza tenga algo que ver con ellos”, continuó Goldberg. “Por un lado, seguimos bombardeándola, pero por el otro, sentimos que no somos responsables de lo que sucede allí”.
VIERNES 10 DE ENERO DE 2025.
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