El Papa Francisco está mejorando.
La neumonía no ha sido erradicada pero desde hace varios días puede prescindir de la ventilación mecánica por la noche e incluso durante el día se le ha reducido el aporte de oxígeno. Continua la terapia y fisioterapia.
Pero sobre todo, continúa con su trabajo, teniendo en cuenta que hoy es su trigésimo quinto día de hospitalización en el Policlínico Gemelli y que, aparte de las reuniones y audiencias que han sido canceladas, las decisiones en cambio han sido casi diarias, desde citas a mensajes que junto a la fecha tienen al final «Policlínico Gemelli», que se ha convertido efectivamente en un nuevo lugar de trabajo para el Papa.
Así lo confirmó también el Secretario Vaticano para las Relaciones con los Estados, Mons. Paul Richard Gallagher, quien en la misa con algunas embajadas acreditadas ante la Santa Sede, subrayó:
El Papa Francisco en este momento de fragilidad humana ciertamente no sirve menos eficazmente a la Iglesia y a la humanidad, aunque de otra forma».
Mientras tanto, la Santa Sede haoptó por ralentizar la información y hoy, después de más de un mes, por primera vez no hubo reunión informativa con periodistas ni boletín escrito. Incluso la sala de prensa de Via della Conciliazione, que desde el 14 de febrero estaba abierta desde la mañana hasta la tarde, cerró hoy a las 15.00 (el horario prehospitalario del Papa).
El estado de inmovilidad del Papa ha llevado tanto al Vaticano como a los médicos a comunicarse menos, también porque la evolución del Papa Francisco, que si bien hace pensar en un cierto optimismo, es todavía lenta y el cuadro general de la salud del Pontífice sigue siendo complejo, también debido a su avanzada edad.
Sin embargo, según tenemos entendido, el día de hoy también parece haber transcurrido positivamente. El objetivo sigue siendo permitir que el Papa pueda regresar a Casa Santa Marta lo antes posible para continuar su tratamiento en un ambiente más familiar.
Si la ventilación mecánica que le administraban por la noche era en realidad un impedimento, como habían informado en los últimos días fuentes vaticanas, ahora la terapia más leve podría abrir un rayo de esperanza. Queda por ver qué dirán los médicos en su próximo boletín, que en cualquier caso no se publicará antes de la próxima semana.
Más allá de la estancia hospitalaria y de la cautela ligada al estado general del Papa, es difícil imaginar cuándo Francisco podrá volver a la actividad pública. Para el Ángelus del domingo, aunque la decisión se tomará en el último momento como siempre, se prevé el formato del texto escrito, como en las últimas cinco veces.
Según ha trascendido, el Papa, además de tener que recuperar el control de su respiración, también tendrá que hacer ejercicios para poder volver a hablar.
Quienes lo han visto, como el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, dicen con franqueza que en este momento «no es posible tener discusiones en profundidad».
Es claro que en este contexto surge el punto central de los ritos de la Semana Santa, la más importante del año para los católicos.
Aunque la sala de prensa de la Santa Sede las ha definido como sólo «hipótesis», es evidente que el Vaticano está estudiando un plan ‘B’ con las celebraciones que el Papa debería realizar delegadas en un grupo de cardenales. Entre ellos, además de Parolin, está el de Baldo Reina, vicario de Roma, quien, junto a los otros cardenales italianos recién nombrados (Angelo Acerbi, nuncio apostólico, Roberto Repole, arzobispo de Turín, Fabio Baggio, subsecretario del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral y Domenico Battaglia, arzobispo de Nápoles), participó hoy en el tradicional desayuno ofrecido por el presidente de la República Sergio Mattarella.
Por MANUELA TULLIO.
JUEVES 20 DE MARZO DE 2025.
Agenzia Nazionale Stampa Associata.
(ANSA).
MIL.
