Francisco confía “ciegamente” en su enfermero Massimiliano Strappetti, escribe Luigi Bisignani en IlTempo.it.
Según él, Francisco se trasladará pronto al monasterio Mater Ecclesiae, del que expulsó rápidamente al arzobispo Georg Gänswein.
Luego de los percances de comunicación durante su enfermedad, Francisco planea despedir a Paolo Ruffini, el jefe de comunicación del Vaticano, aunque Ruffini se siente seguro porque cree que goza de la protección del presidente italiano Sergio Mattarella.
Francisco quiere sustituir a Ruffini por “una mujer”. Las posibles candidatas son:
• Stefania Falasca, una amiga personal de Francisco con quien él dejó las solemnes vestiduras de cardenal que necesitaba en Roma, pero que no quiso utilizar en Argentina. Falasca pertenece a Comunión y Liberación (CL) y ha sido Memores Domini, como las religiosas que cuidaron a Benedicto.
• Valentina Alazraki, una activista de la cadena mexicana Televisa-Telemundo, muy cercana a los Legionarios de Cristo, a quien Francisco nombró Dama de la Gran Cruz de la Orden Piano.
– Nicole Winfield, activista de Associated Press en Roma, que no tiene la preparación adecuada, pero llama a las cosas por su nombre.
• Giorgia Cardinaletti, también de CL, quien es el rostro de las noticias de propaganda de Rai1.
esnews.