* ‘Deseo transmitirles mi cercanía y la seguridad de que rezo incesantemente a la Santísima Virgen para que los consuele y los acompañe, confirmándolos en la fe’, dijo.
El Papa Francisco escribió hoy a los católicos cada vez más perseguidos en Nicaragua, diciéndoles que su confianza en Cristo y su fidelidad a la Iglesia son los “dos grandes faros que iluminan su existencia”.
En una carta del 2 de diciembre dirigida al “pueblo peregrino de Dios en Nicaragua”, el Papa Francisco emitió una nota personal de apoyo a los católicos del país, quienes se han visto cada vez más sometidos a restricciones y persecución por parte del presidente Daniel Ortega y su gobierno dictatorial.
Francisco inició diciendo que tenía la intención de escribir a los católicos de Nicaragua “desde hace algún tiempo” para “reiterar una vez más el afecto que profeso al pueblo nicaragüense, que siempre se ha distinguido por su extraordinario amor a Dios”.
El Papa destacó que la Divina Providencia “es la única guía segura” del mundo y agregó: “Precisamente en los momentos más difíciles, cuando se vuelve humanamente imposible comprender lo que Dios quiere de nosotros, estamos llamados a no dudar de su cuidado y misericordia. La confianza filial que tenéis en Él y también vuestra fidelidad a la Iglesia son los dos grandes faros que iluminan vuestra existencia”.
La carta, enviada a principios de diciembre, se dirige a Francisco en el contexto de la próxima fiesta de la Inmaculada Concepción, y expresa el deseo de que esta gran fiesta mariana “os dé el aliento que necesitáis en los momentos de dificultad, de incertidumbre y de fatiga. En esta fiesta, no os olvidéis de abandonaros en los brazos de Jesús, con la invocación “Dios primero”, que repetís a menudo”.
“Deseo transmitiros mi cercanía y la seguridad de que rezo incesantemente a la Santísima Virgen para que os consuele y os acompañe, confirmándoos en la fe –escribe Francisco–. Quiero decirlo con fuerza: la Madre de Dios no cesa de interceder por vosotros y nosotros no cesamos de pedir a Jesús que os tenga siempre en su mano”.
Francisco concluyó recomendando la devoción a María, especialmente a través del rezo del Rosario, y su oración compuesta para el Año Jubilar 2025.
En los últimos años, la persecución anticatólica ha aumentado de forma sostenida por parte del gobierno de Ortega. Su régimen ha encarcelado y exiliado a numerosos sacerdotes y religiosos. Se han congelado cuentas bancarias de clérigos y entidades vinculadas a la Iglesia, se han expulsado congregaciones religiosas del país y se ha llevado a cabo una férrea represión, especialmente contra la Iglesia Católica.
El caso más famoso es el de Ortega, que en 2022 puso bajo arresto domiciliario al obispo Rolando Álvarez y luego bajo arresto policial en julio de 2023. El obispo, un destacado crítico del régimen, fue condenado a 26 años de cárcel, pero tras pasar muchos meses tras las rejas fue finalmente liberado y llevado al Vaticano en enero junto con el obispo Isidoro del Carmen Mora Ortega y varios clérigos y seminaristas.
Después de que Francisco calificara en marzo de 2023 al gobierno de Nicaragua como similar a la dictadura de Adolf Hitler, Ortega rompió relaciones diplomáticas con la Santa Sede.
El comentario público del Vaticano sobre la crisis que se desarrolla en el país ha sido parco desde entonces. Esto se puso de relieve una vez más hoy, cuando el propio artículo de Vatican News sobre la carta del Papa no hizo ninguna referencia al gobierno ni a Ortega, sino que describió a Nicaragua así:
“el país centroamericano que ha estado experimentando durante años una dura crisis que también ha afectado a la Iglesia Católica con una serie de arrestos o expulsiones de obispos y sacerdotes”.
Francisco hizo una notable intervención durante su Ángelus del 1 de enero de este año: “Sigo con preocupación lo que sucede en Nicaragua, donde obispos y sacerdotes han sido privados de su libertad”.
Las gestiones diplomáticas entre la Santa Sede y Nicaragua se han llevado a cabo discretamente, pero la persecución anticatólica de Ortega continúa. En agosto se produjo otra oleada de detenciones de clérigos y en los últimos días otro sacerdote fue exiliado del país.
De hecho, la investigadora y abogada nicaragüense exiliada Martha Patricia Molina informó el domingo que Ortega ha ordenado la expulsión de las hermanas religiosas del país a principios de este mes. Las religiosas expulsadas son aquellas que pertenecen a órdenes o grupos cuyo estatus sin fines de lucro Ortega revocó a principios de este año.
Molina ha documentado que tras la sangrienta represión de Ortega a las manifestaciones pacíficas en 2018 por su “arbitrariedad, ilegalidades, corrupción, nepotismo, impunidad”, la Iglesia Católica se volvió “fundamental en la crisis de violaciones de derechos humanos que enfrenta Nicaragua”.
En consecuencia, el gobierno “inició una persecución indiscriminada contra obispos, sacerdotes, seminaristas, religiosos, grupos laicos y contra todo lo que tenga relación directa o indirecta con la Iglesia Católica”.
Por MICHAEL HAYNES.
MANAGUA, Nicaragua
LUNES 2 DE NOVIEMBRE DE 2024.