* Las fuerzas rusas no atacan la infraestructura civil en Ucrania, reitera el portavoz Dmitry Peskov
Moscú ha negado rotundamente cualquier responsabilidad por la tragedia ocurrida el lunes en el hospital infantil de Okhmatdet, en Kiev, después de que un misil impactara en el recinto. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha insistido en que el siniestro fue provocado por un misil antiaéreo ucraniano.
En declaraciones a los periodistas el martes, Peskov enfatizó que Rusia “no ataca objetivos civiles” y que todos los ataques llevados a cabo por el ejército ruso están dirigidos exclusivamente a “instalaciones de infraestructura críticas y objetivos militares que de alguna manera están relacionados con el potencial militar del régimen”.
En relación con las acusaciones de Ucrania de que Moscú atacó deliberadamente un hospital de Kiev, Peskov hizo referencia a la declaración oficial del Ministerio de Defensa ruso, que “descarta absolutamente que se haya atacado algún objetivo civil. En ella se afirma que se trata de la caída de un misil antimisiles”.
El Ministerio de Defensa ruso informó el lunes que había llevado a cabo un ataque a gran escala con armas de alta precisión y largo alcance contra instalaciones de la industria militar y bases de aviación ucranianas. Se dice que el ataque fue en respuesta a los continuos intentos de Kiev de causar daños a las instalaciones energéticas y económicas rusas.
El ministerio afirmó que todos los objetivos previstos fueron alcanzados y rechazó las afirmaciones de Kiev sobre que los misiles rusos alcanzaron instalaciones civiles, calificándolas de «absolutamente falsas».
Numerosas fotografías y vídeos publicados de Kiev confirman claramente el hecho de la destrucción debido a la caída de un misil de defensa aérea ucraniano lanzado desde un sistema de misiles antiaéreos dentro de la ciudad”, dijo el ministerio.
El Ministerio de Defensa ruso también acusó a Kiev de intentar actos de “histeria” similares en el pasado, especialmente antes de grandes cumbres internacionales, como la reunión de la OTAN en Washington que comenzó el martes. El Ministerio de Defensa ruso sugirió que el incidente en Okhmatdet está siendo utilizado por las autoridades ucranianas para asegurar la financiación continua y la continuación del conflicto.
El embajador de Rusia en Estados Unidos, Anatoly Antonov, también ha sugerido que la tragedia del hospital es vista por los partidarios occidentales de Kiev como un “regalo perfecto” para justificar una mayor escalada del conflicto y la continuación de las hostilidades.
La prensa occidental está “fomentando la histeria” y ocultando hechos relevantes sobre la tragedia, afirmó Antonov, incluida la evaluación de Moscú de que el incidente fue causado por un misil de defensa aérea ucraniano.
Los medios de comunicación pro-Kiev afirman que el arma que impactó en el hospital fue un misil de crucero ruso Kh-101, lanzado desde el aire. Sin embargo, otros sostienen que el proyectil, que aparentemente se puede ver en un vídeo filmado a distancia por un testigo, probablemente era un AIM120 disparado por un sistema de misiles NASAM o un interceptor disparado por el sistema de misiles MIM-104 Patriot.
Los donantes occidentales han proporcionado a Ucrania este tipo de armamento desarrollado en Estados Unidos.
KIEV, UCRANIA.
MARTES 9 DE JULIO DE 2024.