Firman importante convenio sobre cátedras de arte sacro y bioética

Guillermo Gazanini Espinoza
Guillermo Gazanini Espinoza

Este 14 de mayo, en la Universidad Pontificia de México, se llevó a cabo la firma del convenio por el que la Fundación Muró transfirió las cátedras de arte sacro y bioética «Florencia infante de Garza» a la Universidad Pontificia de México (UPM).

En lo que se estimó como un hito significativo en la promoción del arte sacro y la bioética en México y del fortalecimiento de la colaboración entre instituciones dedicadas a la educación y la fe, la transferencia de las cátedras a la Universidad Pontificia de México representa compromiso entre la Fundación Muró y la UPM para promover la investigación y la enseñanza en el campo del arte sacro y la bioética.

Durante la presentación de las cátedras, el doctor José Guillermo Gutiérrez Fernández, director del Centro de Estudios de Familia, Bioética y Sociedad (CEFABIOS), acentuó la necesidad de redescubrir y proponer estas disciplinas para continuar dando cauce al arte cristiano: “Como ha ocurrido en el pasado, también hoy es cauce de evangelización y de apoyo a las mejores causas humanas.” En relación a la cátedra de bioética, el especialista señaló que la misma “viene a sumarse al importante esfuerzo de esta Universidad y de la Iglesia Católica por humanizar el ámbito de las tecno-ciencias en el campo de la salud y de la vida”.

En un primer momento, Carlos Enrique Samaniego López, obispo auxiliar de México, en la disertación «El Arte Sacro como Vehículo de Evangelización», destacó la importancia del arte sacro como una herramienta poderosa para transmitir la fe y la espiritualidad a través de la belleza y la creatividad artística.

¿Quién es Florencia Infante de Garza?

Nacida en Bogotá, Florencia Infante destaca por su actividad filantrópica y social. Desde pequeña se involucró en obras de asistencia social para ayudar a los más necesitados. Es la menor de tres hijos del matrimonio formado por José María Infante-Díaz Granados y Ana María Carreño. Llegó a México en 1974 y se instaló definitivamente en el país al siguiente año después de su matrimonio con el empresario regiomontano Francisco Garza Gutiérrez.

Las cátedras que llevan su nombre son reconocidas por la Santa Sede cuando, hace 25 años, Infante de Garza la creó a través de las fundaciones Muró, A.C. y Unidos por el Arte contra el Cáncer Infantil, UNAC, A.C. en la Universidad de Monterrey.

Participaron en el evento representantes de la Universidad Pontificia de México y del Centro de Estudios de Familia, Bioética y Sociedad; el obispo auxiliar de México, Carlos Enrique Samaniego López, Alberto Anguiano García, rector de la Universidad Pontificia de México; José Guillermo Gutiérrez Fernández, Director del CEFABIOS y doña Florencia Infante de Garza, fundadora de las cátedras.

El programa de la transferencia de las cátedras incluyó la conferencia magistral impartida por el obispo auxiliar Carlos Samaniego, responsable de arte sacro y de los bienes culturales de la Iglesia de la arquidiócesis primada de México, además de un concierto por alumnos del Centro cultural Ollin Yoliztli, representado por el ensamble Guillermo Argote, el Concerto grosso in G minor ‘Fatto per la Notte di Natale’, Op.6 No.8 – Arcangello Corelli (1653-1713) y el Concierto en Re menor RV. 565 – Antonio Vivaldi (1678-1741). Para los organizadores, este concierto  fue “una celebración de la belleza y un tributo al legado de la doctora Florencia Infante de Garza, cuyo nombre honran las cátedras ahora bajo el resguardo de la Universidad Pontificia de México”.

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