La familia es el proyecto de Dios, es el hogar de Dios. Dios mismo es una familia: Padre, Hijo y Espíritu Santo; viven en comunión y están unidos por el amor. La familia humana debe ser un reflejo de la familia divina. La sagrada familia de Nazaret es el modelo de la familia humana. Hoy es la fiesta de la Sagrada Familia. Celebremos con gozo y amor a Jesús, María y José.
1.LO BUSCARON Y AL NO ENCONTRARLO, REGRESARON EN SU BUSCA
Los padres, que han perdido a su hijo, vuelven al lugar donde creen que se quedó, con la esperanza de encontrarlo ahí. Se regresaron aprisa, con angustia y miedo, pero con la fuerza del amor y la esperanza de recibir una buena noticia. Los padres tienen que velar por la seguridad, la salud, la educación y el bienestar de sus hijos. Los hijos se pierden por diversos motivos, lo más cruel es cuando esos motivos son los problemas familiares. A veces se pierden en las drogas, la delincuencia, por la edad o actitudes negativas. Acompañar a los hijos es el método pedagógico más efectivo.
2.¿NO SABEN QUE DEBO OCUPARME DE LAS COSAS DE MI PADRE?
El texto evangélico refleja que Jesucristo era mayor de edad y ya podía estar entre los varones adultos y escoge estar entre los maestros de la Ley, «escuchándolos y haciéndoles preguntas». Tener conciencia de una obligación habla bien de un adolescente, de su papel activo en la formación y el acompañamiento de sus padres o maestros; dicha obligación surge de un rol, pero también de la alegría de servir. Tener conciencia de las obligaciones de hijo implica una gran responsabilidad de la familia, de su orientación hacia ellos y su misión en la sociedad. ¿Cuáles son esas cosas de su Padre de las que Jesús tiene ocuparse? Escudriñar las sagradas escrituras, hacer el discernimiento de la voz de Dios, conocer sus mandamientos y leyes y, hacer presente el Reino de Dios. ¿Cuáles son las obligaciones hoy en día de los hijos? ¿Hasta qué punto están obligados a cumplir esas tareas? ¡Brindemos una gran ayuda a nuestros hijos delegándoles responsabilidades y confiando en ellos!
3.VOLVIÓ CON ELLOS A NAZARETH Y SIGUIÓ SUJETO A SU AUTORIDAD
Jesucristo sabe que su familia es un hogar donde se bendice a Dios, pues María es una mujer de fe y José un varón justo, que cumplen cabalmente la voluntad de Dios. ¡Qué mejor espacio para aprender las cosas de Dios y «crecer en sabiduría gracia delante de Dios»! Los hijos son parte de una familia y deben estar unidos a ella de diversas maneras. La autoridad paternal es una herramienta pedagógica que hace crecer a los hijos y debe estar al servicio de ellos. Los padres deben mantener cierto tipo de autoridad sobre sus hijos. La familia brinda un espacio de crecimiento integral a la persona, es un tesoro y un baluarte para sus integrantes. ¡Hagamos de nuestra familia un espacio maravilloso de armonía y paz, de alegría y felicidad, donde podamos crecer y realizarnos como personas!. Amemos a nuestra familia y sigamos el modelo de la Sagrada Familia de Nazaret.