Ha muerto la teóloga estadounidense de origen belga Alice von Hildebrand, viuda del célebre teólogo alemán Dietrich von Hildebrand, calificado como ‘el Doctor de la Iglesia del Siglo XX’, tras una breve enfermedad.
Alice von Hildebrand, filósofa católica, teóloga y campeona de la misa tradicional, murió la mañana de ayer en su casa después de una breve enfermedad a los 98 años.
Nacida Alice Jourdain el 11 de marzo de 1923 en Bruselas, Bélgica, era la viuda del influyente filósofo católico Dietrich von Hildebrand. Conocida como “Lily” entre sus amigos, se mudó a los EE. UU. como refugiada en 1940. En 1947, comenzó una larga carrera como maestra en el Hunter College de lNueva York, donde fue profesora de Filosofía hasta su jubilación en 1984.
Alice von Hildebrand escribió varios otros libros , incluidos El privilegio de ser mujer , Hombre y mujer: una intervención divina , Por amor refinado: Cartas a una novia joven ; Memorias de un fracaso ; y una traducción al inglés de las conferencias radiofónicas que su esposo dio en la década de 1930 en Alemania, El arte de vivir . Sus colaboraciones se han publicado en New Oxford Review , Homiletic and Pastoral Review y Crisis . Von Hildebrand también escribió para la Agencia Católica de Noticias e hizo al menos 80 apariciones en EWTN.
Aquí, con el cardenal Leo Burke.
Recogemos aquí, en homenaje, algunas de las frases que dejó escritas:
“Qué profundamente lamentables es contemplar que la educación católica ha sido tan deplorable desde el Vaticano II, que muchos “buenos” católicos son absolutamente ignorantes no solo de su fe, sino también de los principios básicos de ley natural que comparten con todos los hombres”.
“No hay nada más opuesto a la igualdad que la identidad”.
“El mundo en el que ahora vivimos es un mundo cuya composición está tan distorsionada que absolutizamos lo relativo (enriquecimiento, poder, éxito) y relativizamos lo absoluto (verdad, valores morales y Dios)”.
“Olvidamos que el relativismo omnipresente en nuestras escuelas y universidades puede abrir la puerta a horrores tan abominables como los que se vieron en la Alemania nazi y en la Unión Soviética».
“¿No es asombroso que nos hayamos vuelto tan ciegos moralmente (porque la maldad ciega) que salvemos con un gran coste los bebés de ballenas y asesinemos millones de niños no nacidos?”
“El diablo es listo y nosotros, estúpidos. Sabe perfectamente que si consigue destruir la feminidad, puede destruir la Iglesia, el matrimonio y la familia”.
Requiem aeternam dona ei Domine.
Et lux perpetua luceat ei.
Requiescat in pace.
Por Carlos Esteban.
Infovaticana.