Ayer por la mañana falleció víctima de Covid el padre Francisco Javier García Ortiz, Misionero Vicentino (de la Orden de San Vicente de Paúl), quien ejerció sus últimos años de ministerio sacerdotal como rector de la Sagrada Familia en esta ciudad.
El padre Francisco Javier (como se le conocía) tenía 58 años de edad y, de acuerdo con información de personas cercanas, al complicarse su estado de salud por Covid no le fue posible ingresar a algún hospital para ser atendido debido a la saturación de los mismos, así que pasó sus últimos días enfermo en su casa, donde fue asistido en la medida de lo posible y ayer murió.
Su deceso impactó en el ambiente religioso debido a que en su paso por Chihuahua, se distinguió por su entrega al ejercicio de su vocación sacerdotal y así lo expresaron a través de mensajes en las redes sociales amigos y miembros de los grupos a los que asistía espiritualmente.
Uno de ellos dio las gracias “a todos por sus oraciones” e informó que su cuerpo fue llevado a la Funeraria Miranda, donde será cremado. Se supo también que el padre
Jesús De Luna comentó que se espera la llegada de sus familiares y que se realizará una celebración especial con la presencia de otros sacerdotes, como los padres Jesús Plascencia y Benjamin Romo, la cual se planea transmitir por Internet.
El padre García Ortiz era originario de San Luis Potosí y tenía 26 años como sacerdote, habiendo celebrado su Jubileo de Plata el año pasado, fecha en la que declaró al Notidiócesis que había elegido ser Misionero Vicentino porque pensaba que “la Iglesia tiene mucho compromiso para el bien común y de manera especial con los más desfavorecidos”.
Además de su formación religiosa, recibió el presbiteriado en 1994 en Jalisco y realizó estudios posteriores en París, Jerusalén (Israel) y formó parte de un equipo de misioneros en Centro América. Aquí en Chihuahua fue rector de la Sagrada Familia y se disponía para cambiarse a Veracruz cuando enfermó. Descanse en paz el padre Francisco Javier García Ortiz.
