Discernir si existe un caso claro de influjo extraordinario del demonio, es el primer paso que tiene que dar un religioso para llamar a un exorcista.
Así lo explicó el padre José Alberto Medel, canciller en la Diócesis de Xochimilco, al tiempo que confirmó que un estudioso del campo teológico o ciencias a fines, podrá aspirar a brindar ese servicio, siempre y cuando lo elija un obispo.
El también teólogo, dijo que, para ejercer este ministerio, se requiere mucha discreción, toda vez que es delicado ventilar la identidad de el exorcista.
“Se presta a muchas fantasías, sobre todo incentivadas por las películas de Hollywood y novelas, no precisamente para darle seriedad o un debido decoro y respeto a los que son afectados por la acción externa del demonio; por eso los verdaderos exorcistas salvaguardan su identidad, de manera que no sean visitados por cualquier persona que diga que está que está poseída”.
Entrevistado por separado, en exclusiva para Agencia Católica de Noticias (ACN), el P. Guillermo Barba Mojica, coordinador de Exorcistas de la Arquidiócesis de México, habló sobre el por qué no se puede revelar la identidad de los exorcistas.
“No es que no queramos o seamos herméticos. Hemos tenido mucho cuidado con proyectar fotos de los exorcistas; son normas. Es muy delicado este ministerio y tiene un criterio casi de confesión, por la privacidad de los afectados que tienen este tipo de vejación. Se pide mucha discreción y prudencia; no es ningún espectáculo, se manejan bajo absoluta reserva”,
comentó.
A la pregunta del congreso sobre exorcismo que se anunció se celebrará en Roma a finales de octubre de este año, precisó que se trata de un curso formativo en el que se unificaron los criterios para todo el mundo y “todos los países tenemos que caminar con esta formación”; sin embargo, en México se realiza el propio, aunque este año se canceló.
Recordó que hace 4 años, en el que se imparte en el País, se logró reunir a un grupo de 180 participantes provenientes de América latina y Europa.
Aclaró que en breve se editará una versión de dicho curso en habla hispana.
Sobre ese mismo tema el P. Medel explicó que, en Roma, hay un Congreso que organiza el pontificio ateneo Regina Apostolorum, de carácter más bien divulgativo, conocimiento de reflexión teológica, más no de formación para exorcistas; además está ligado con los Legionarios de Cristo (L.C.); ellos estudian el fenómeno exorcístico a nivel académico y en ese sentido son sus conferencias.
En teoría la formación del exorcista se da al interno de cada Diócesis porque está sujeto a la al nombramiento y por lo tanto a la guarda de su obispo”, aclaró
El P. Barba Mojica, detalló que con los L.C. también pueden participar sacerdotes católicos mexicanos.
Labor de cardenal emérito Norberto Rivera Carera, clave para optimizar el servicio de exorcistas
Por su parte, el P. Medel recordó que fue el Card. emérito Norberto Rivera Carrera, quien “dio un decidido impulso y permitió una mayor estructuración, al nombrar un exorcista por cada Vicaría, cuando existió la Arquidiócesis de México como la conocimos. Eso permitió que los exorcistas al menos en la Ciudad de México, pudieran tener un espacio y trabajo en común de reflexión y apoyo, en base a una promulgación de un Directorio Pastoral para los exorcismos y brindar un servicio más óptimo”
Consideró que con ese trabajo “se permitió la colaboración de peritos externos, teólogos, médicos, psiquiatras, psicólogos, entro otros especialistas en el tema”.
Sostuvo que“ese primer directorio permanece en fase de renovación por la nueva estructura pastoral y que se basa en la Asociación Internacional de Exorcistas y sus líneas guía, que son parámetros de reflexión para los exorcistas; instancia aprobada por la Santa Sede”
Dijo que el actual Vicario para la diócesis de Roma, Card. Angelo De Donatis, se ha interesado mucho por este ministerio, “incluso hará el prólogo del libro que ahora sirve como instrumento de reflexión para todos los exorcistas”.
Refirió que prevalecen los mitos y mentiras alrededor de esta labor de los sacerdotes; ello, porque hay un sector de la población que “es muy sensacionalista y no les preocupa la gente que sufre por estar poseídos”.
“Hay mucho morbo, curiosidad y superstición. Quienes están en contra, de plano dicen: esto es para gente loca (…), que los exorcistas están enfermos y ven el diablo en todas partes. Hay un desprecio absoluto, es decir no hay una medianía, no hay un juicio equilibrado, sino que son extremos tanto a favor como en contra”.
A veces, -amplió-, buscan a exorcistas personas que no están afectadas, ya que tienen problemas psicológicos o psiquiátricos; por eso no conviene dar los nombres, ni mostrar sus rostros, porque es como hacerles publicidad.
Por ello, “la Arquidiócesis de México optó en disponer de un laico en la oficina de exorcistas en la Curia del Arzobispado de México para atender el teléfono y canalizar al verdadero poseído con un exorcista”.
Por último, subrayó que el principal exorcista del Vaticano, fue el P. Gabriel Amorth, quien falleció en el 2016, a los 91 años.