Mayra Rodríguez, quien se desempeñó por 17 años como directora en varios centros de la abortista “International Planned Parenthood Foundation”, reveló que, tras presenciar un pésimo legrado a una joven de 19 años, con 14 semanas de gestación, denunció al doctor que se lo practicó, por dejar la cabeza del bebé en su interior y proceder a ponerle un dispositivo intrauterino, lo que originó que rectificara y volviera a aspirar al bebé a aspirar y raspar el útero de la madre.
Narró que ese pseudo-médico realiza cerca de 40 abortos diarios y no lo documenta en los expedientes de las pacientes.
En entrevista con Pablo Muñoz Iturrieta, doctor en filosofía política y legal y colaborador del equipo de la Agencia Católica de Noticias (ACN), Mayra subrayó que dicha Fundación abortera, no promueve las esterilizaciones ni vasectomías, sólo cobra por asesinar dentro del vientre materno.
Sostuvo que, a pesar de tener la necesidad de sostener a su familia con esa fuente laboral, no cayó en una zona de confort, ya que reflexionó en el bienestar de las mujeres, al vivir una experiencia en la que Dios y su misericordia le mostró el camino.
Pensé en el bienestar de esa chica antes que el de mi familia. No podría vivir conmigo misma; me atormentaba, pero también me repetía: ¡Sé que Dios me va ayudar en este momento!, Y decidí que iba a dedicar el resto de mi vida a educar a las mujeres sobre el daño hace el aborto, y ventilar lo que hacen esas corporaciones por ganar dinero,
dijo.
Aseveró que:
Con la gracia de Dios y su misericordia que me alcanzó, levanté mi voz por los que la tienen para proteger a las mujeres, ya que es una obligación decirle al mundo sobre el atroz negocio del aborto, que cobra en este tipo de clínicas, de 525 dólares a 5 mil dólares por practicarlos.
Confirmó que la mayoría de los grupos pro aborto, como son: Las Brujas de Mar y Marea Verde, ala radical de abortistas en varios países, están trabajando para Planned Parenthood.
Por último, añadió que esas clínicas ubicadas en California, no piden identificación a las jóvenes y se prestan para practicar abortos a incluso menores de edad, quienes en su mayoría se presume han sido secuestradas para ejercer la prostitución; “las llevan ahí porque saben que no les piden ni papeles ni autorización para practicarse los abortos”.
