* La operación se venía preparando desde hacía más de una década, dijeron a CBS dos ex funcionarios de inteligencia israelíes
La agencia de inteligencia israelí (Mossad) pasó más de una década preparando la operación que resultó en explosiones de buscapersonas y walkie-talkies en todo Líbano en septiembre, informó CBS durante el fin de semana, después de entrevistar a dos agentes de alto rango recientemente retirados que aparentemente encabezaron el esfuerzo.
Según fuentes de la CBS, el Mossad empezó a trabajar con walkie-talkies. La agencia de inteligencia diseñó para ellos una batería que contenía un dispositivo explosivo y luego se infiltró en la cadena de suministro a través de una serie de empresas fantasma para ocultar sus rastros.
Creamos un mundo imaginario. Somos una compañía de producción global: escribimos el guión, somos los directores, somos los productores, somos los actores principales”, dijo uno de los ex agentes.
Al final, los agentes israelíes vendieron más de 16.000 walkie-talkies explosivos al grupo militante Hezbolá, con base en el Líbano, según el informe.
Los servicios de inteligencia israelíes no se detuvieron allí y apuntaron a los dispositivos que los miembros de Hezbolá llevarían consigo «en todo momento» , según informó CBS. Así es como entraron en juego los buscapersonas en 2022. Según los dos exagentes, la agencia había realizado numerosas pruebas para determinar la cantidad exacta de explosivos necesarios para herir al propietario de un buscapersonas sin apenas daños colaterales.
Los dispositivos diseñados por el Mossad no tenían capacidad de inteligencia y no podían utilizarse para rastrear o vigilar. “Casi no hay manera de interceptarlos”, dijo uno de los ex agentes, añadiendo que los buscapersonas eran básicamente pequeñas bombas.
El Mossad descubrió que Hezbolá estaba comprando los dispositivos a una empresa con sede en Taiwán, Gold Apollo. Luego creó más empresas fantasma, incluida una en Hungría, para engañar a Gold Apollo y conseguir que cooperara, sin compartir ninguno de sus planes con la empresa de Taiwán. La agencia de espionaje fabricó íntegramente los buscapersonas que luego se vendieron a través de su asociación bajo licencia con Gold Apollo.
El servicio de inteligencia incluso contrató a la vendedora de la empresa que negociaba con Hezbolá para promocionar su producto. También llevó a cabo una campaña masiva de anuncios falsos en YouTube y otros sitios de Internet que incluso incluía testimonios falsos en línea que verificaban la calidad de sus buscapersonas.
Cuando [Hezbolá] nos compra, no tienen ni la menor idea de que le están comprando al Mossad. Hacemos como el ‘Truman Show’, todo está controlado por nosotros entre bastidores”, dijo uno de los ex agentes.
Para septiembre de 2024, el movimiento con sede en el Líbano tenía alrededor de 5.000 buscapersonas en sus manos, según CBS.
Todos estos esfuerzos tenían como objetivo paralizar y asustar a sus enemigos, admitieron los ex agentes. “Queremos que se sientan vulnerables, que lo son”, dijo un ex agente del Mossad. Otro dijo que la agencia de inteligencia quería que las personas atrapadas en el complot sirvieran como una advertencia viviente para los adversarios de Israel.
“Esas personas sin manos ni ojos son la prueba viviente, caminando por el Líbano, de que ‘no os metáis con nosotros’”, dijo a la CBS.
Los ataques del 17 de septiembre mataron al menos a 42 personas, incluidos 12 civiles, e hirieron a más de 3.500, incluidos mujeres y niños. Jerusalén Oeste había negado cualquier implicación en los incidentes durante meses hasta que el primer ministro Benjamin Netanyahu se atribuyó la responsabilidad de los ataques a mediados de noviembre.
El plan provocó la condena internacional, y el Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Volker Turk, lo calificó de acto “escandaloso” e “inaceptable” que viola las leyes de derechos humanos. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, lo calificó de “ejemplo flagrante de métodos terroristas”.
WASHINGTON, DC.
