En forma simultánea, los gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia asumen una posición provocativa contra Rusia, en lo que algunos estiman se trata de armar una Guerra Mundial que evite el arribo de Trump a la Presidencia de EU o bien le impida lograr la paz en Ucrania y el Oriente Medio.
1.- El gobierno de Biden reconoce públicamente que autorizó a Ucrania a utilizar misiles de larga distancia contra el territorio ruso.
2.- Se informa que los gobiernos de Gran Bretaña y Francia, con gran prisa también, deciden el envío de más armas al régimen ucraniano.
3.- Y el gobierno de Benjamín Netanyahu no solamente no cesa sus ataques armados, sino que los extiende a toda la región: lo mismo golpea a Palestina que a Líbano, Siria, Yemen…
Esos grandes centro de poder evidencias una afán de evitar la paz. Y todo, antes de que Donald Trump asuma la Presidencia de EU.
Lo que no hicieron en meses, en años, lo están haciendo en las últimas horas. ¿Por qué?
La admisión de Biden.
Washington confirmó oficialmente hoy lunes un cambio de política bien conocido que permite a Ucrania atacar dentro de Rusia utilizando misiles ATACMS suministrados por Estados Unidos.
Numerosos funcionarios internacionales han hablado sobre el cambio de postura durante la última semana. Mientras el presidente estadounidense Joe Biden y su administración permanecieron en silencio, Kiev disparó una andanada de proyectiles ATACMS contra la región rusa de Bryansk el lunes pasado.
“Son capaces de utilizar ATACMS para defenderse en caso de necesidad inmediata”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, a los periodistas en una reunión informativa en la Casa Blanca hoy lunes.
Cambiamos las instrucciones y les dimos instrucciones de que pueden usarlas para atacar este tipo particular de objetivos”, dijo Kirby, refiriéndose a los ataques ucranianos “en Kursk y sus alrededores”.
Estados Unidos y sus aliados han proporcionado sistemas de armas cada vez más potentes a Kiev desde 2022, aunque sostienen que eso no los convierte en parte del conflicto entre Rusia y Ucrania.
En septiembre, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el uso de armas de largo alcance por parte de Ucrania cambiaría el carácter de las hostilidades y convertiría a la OTAN en un participante directo. Explicó que las fuerzas de Kiev no pueden desplegar armas como el ATACMS o el Storm Shadow suministrado por el Reino Unido sin la participación de personal militar de la OTAN.
La respuesta de Moscú llegó el jueves pasado, cuando un nuevo misil balístico hipersónico, el Oreshnik, fue utilizado contra el complejo militar-industrial Yuzhmash en Dnepropetrovsk. Putin lo calificó de “prueba de combate” del nuevo armamento y dijo que tales pruebas continuarían dependiendo de las circunstancias.
Francia y Gran Bretaña, urgidos por alentar las hostilidades
El Reino Unido y Francia han “reactivado” las conversaciones sobre el envío de tropas a Ucrania, según informó el lunes el periódico francés Le Monde. La idea ya ha provocado una división entre los miembros europeos de la OTAN.
En febrero, el presidente francés, Emmanuel Macron, causó controversia al declarar su disposición a enviar tropas terrestres a Ucrania “para impedir que Rusia gane esta guerra”. La declaración fue rápidamente desmentida por los funcionarios de la OTAN, mientras que el canciller alemán, Olaf Scholz, dijo a los periodistas que los partidarios occidentales de Ucrania eran “unánimes” en su oposición a la idea.
Según informó Le Monde, el plan aparentemente quedó archivado hasta que el primer ministro británico, Keir Starmer, visitó París a principios de este mes. Citando fuentes anónimas, el periódico francés afirmó que Starmer y Macron habían “reactivado” las conversaciones sobre un posible despliegue franco-británico en Ucrania .
No se proporcionó más información, y Le Monde especuló que este despliegue podría variar desde el envío de técnicos del sector privado por parte de ambas naciones para reparar equipos militares (como ya lo hace Gran Bretaña), hasta contratistas militares privados (como Rusia insiste que haga Francia), hasta personal con banderas en el terreno, ya sea en la línea del frente o para hacer cumplir un eventual alto el fuego y un acuerdo de paz.
Tanto funcionarios británicos como franceses han sugerido que podría estar preparándose algún tipo de despliegue. El ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noel Barrot, dijo este fin de semana a la emisora estatal británica BBC que París “no descarta ninguna opción” cuando se le preguntó directamente sobre la posibilidad de enviar tropas francesas a Ucrania.
Una fuente militar británica dijo a Le Monde que “se están llevando a cabo conversaciones entre el Reino Unido y Francia sobre la cooperación en materia de defensa, en particular con el objetivo de crear un grupo central de aliados en Europa, centrado en Ucrania y la seguridad europea en general”.
Rusia ha afirmado durante mucho tiempo que en Ucrania hay efectivos de fuerzas especiales occidentales activos, y el presidente ruso, Valdimir Putin, ha señalado que Ucrania no puede disparar misiles de largo alcance a territorio ruso sin la asistencia de expertos occidentales.
Cuando la semana pasada se utilizaron misiles estadounidenses ATACMS y británicos Storm Shadow en ataques contra territorio ruso reconocido internacionalmente, Putin advirtió que el conflicto de Ucrania había “adoptado elementos de naturaleza global”.
Los medios de comunicación occidentales se han mostrado reticentes a mencionar el papel del personal de la OTAN en la asistencia a estos ataques. Sin embargo, Le Monde admitió que “no es posible que los ucranianos utilicen este tipo de misil sin algún tipo de apoyo occidental sobre el terreno”. Francia ha dado permiso a Ucrania para utilizar sus misiles de crucero Storm Shadow (llamados SCALP-EG en Francia) en ataques de largo alcance contra Rusia, pero no está claro si realmente se han utilizado ya.
Rusia se reserva el derecho de atacar las instalaciones militares de los países que permitan el uso de sus armas contra ella, continuó Putin, añadiendo que “siempre habrá una respuesta” a los ataques en suelo ruso.
El ejército ruso respondió a los ataques ATACMS y Storm Shadow disparando un nuevo misil balístico hipersónico, el Oreshnik con capacidad nuclear, contra una instalación industrial militar ucraniana en Dnepropetrovsk.
LUNES 25 DE NOVIEMBRE DE 2024.
ACN/RT/AGENCIAS.