Mañana, el Papa Francisco celebrará la Santa Misa en la festividad en honor a la Patrona de México y América Latina, encomendando su intercesión en estos momentos difíciles de pandemia que vive el pueblo de Dios, según un comunicado de la Pontificia Comisión para América Latina.
Una misa sobria por medidas restrictivas
La Santa Misa iniciará a las 11 horas y será precedida, desde las 10:15 horas, por el rezo del Rosario. Este año por las medidas de bioseguridad, no se realizará una celebración multitudinaria, sino que se contará con una representación diplomática de los países de América Latina ante la Santa Sede, una delegación de los Colegios con seminaristas y sacerdotes latinoamericanos que estudian en Roma, y una representación de la comunidad latinoamericana a través de su capellanía.
Los cantos durante la ceremonia litúrgica
Acompañarán la celebración, el Coro de los Pontificios Colegios Pio Latinoamericano y Pio Brasileño, además del Coro de la Capilla Sixtina.
Por último, se lee en el comunicado que “la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe, será un momento especial de oración comunitaria, a los pies de la Virgen morenita, para suplicar por nuestros pueblos y naciones, así como por las intenciones del Santo Padre, como él mismo nos exhorto recientemente: “Frente a los grandes desafíos, pidámosle a la Guadalupana que nuestra tierra latinoamericana no se desmadre, es decir, no pierda la memoria de su madre. Que la crisis lejos de separarnos nos ayude a recuperar y valorar la conciencia de ese mestizaje común que nos hermana y nos vuelve hijos de un mismo Padre” (09-XI2020”.
Un pensamiento del Papa en la Audiencia General
Este miércoles 9 de diciembre memoria de San Juan Diego, el Papa lo recordó y pidió por su intercesión por los países del continente damnificados por la pandemia y desastres naturales:
“Saludo cordialmente a los fieles de lengua española. Hoy conmemoramos a san Juan Diego, a quien Nuestra Señora de Guadalupe escogió como su enviado. Que a través de su intercesión presente a la Virgen los países de América Latina, damnificados por la pandemia y los desastres naturales, para que ella, como Madre, salga al encuentro de sus hijos y los cubra con su manto. Pidamos además al Señor que infunda en nosotros su Espíritu Santo para que vivifique nuestra oración y transforme nuestro corazón, abriéndolo al servicio de la caridad. Que el Señor los bendiga a todos”.
Con información de Vatican News