Estamos silenciosamente inundados de imágenes adictivas y destructoras de las relaciones: recobremos la libertad

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* Las «tres A» nos acosan.

“Vivimos en una época en la que la pornografía está literalmente en todas partes”, dice el padre Michael Schmitz.

El sacerdote estadounidense sabe que muchos se sienten impotentes ante esta marea de imágenes a la que se enfrentan. 

Por supuesto, siempre ha sido una tentación humana utilizar a otras personas para su propio placer. Pero nunca ha habido una situación como la actual, en la que la pornografía literalmente nos abruma.

Esta “ola” está definida por tres “A”, describe Schmitz. 

“Está disponible (available) es asequible y anónimo”. “Éstas son las tres A mortales”, afirma Schmitz al explicar los desafíos especiales que tendremos que afrontar en el tercer milenio.

“Si tienes un teléfono inteligente, tienes acceso a un mundo lleno de vicio, un mundo que nos muestra el quebrantamiento, las profundidades en las que las personas están dispuestas a utilizar a otras personas”, explica el sacerdote. Todo el mundo tiene acceso permanente, es básicamente gratuito y anónimo.

Este enfrentamiento es históricamente único, porque nunca antes hubo tal avalancha de imágenes, como nunca ha habido anonimato a esta escala

Schmitz aconseja buscar ayuda en dos niveles:

  • Por un lado, la ayuda de Dios
  • Y, por otro, la de buenas organizaciones que acompañan a las personas para salir de la adicción a la pornografía.

Nadie está solo en este camino, el sacerdote anima a todos los que se sienten llenos de vergüenza e impotencia. Si caemos, “entonces caemos en el confesionario”, citó a un amigo. “¡Gracias a la gracia de Dios, no eres impotente!”

Son de gran ayuda los grupos y organizaciones que ofrecen cursos que acompañan a hombres y mujeres que no pueden escapar del aluvión de imágenes y siguen cayendo en ellas. Una parte importante de un buen apoyo no es sólo lidiar con su propia adicción.

Lo importante es salir del anonimato, subraya Schmitz. El programa estadounidense “Covenant Eyes”, por ejemplo, ha incorporado en su programa un punto en el que usted informa periódicamente sobre su uso de Internet a una persona de confianza.

“Hay una gracia tan increíble cuando nuestros pecados salen a la luz”, Schmitz hace un llamamiento a las personas para que trabajen en sí mismas y presenten regularmente sus pecados ante Dios. 

“¿Quiero crecer en libertad?” es la pregunta esencial. Cualquier programa para liberarse de la pornografía tiene como objetivo distanciarse de las influencias ambientales de manera decidida y disciplinada, siendo al mismo tiempo paciente consigo mismo.

«No está solo», anima Schmitz en su vídeo, que se publicó en Internet poco antes de Navidad.

 “Este es un momento sin precedentes en la historia de la humanidad en lo que respecta a este pecado. Quizás por eso necesitamos medidas sin precedentes para librarnos de ella”.

Consejo: Para los países de habla alemana existe el programa “Free Indeed”, que está disponible para hombres y mujeres para ayudarlos a liberarse de la adicción a la pornografía. El sitio web también tiene varias historias sobre cómo las personas encontraron la manera de salir de la adicción. La asociación austriaca “Safersurfing” también ofrece ayuda para combatir la pornografía.

LINZ, AUSTRIA.

VIERNES 29 DE DICIEMBRE DE 2023.

KATH.

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