En la arquidiócesis de Santa Fe (Estados Unidos), se está produciendo una “espectacular intimidación sobre los sacerdotes”, escribe Damian Thompson el 17 de agosto en Twitter.com.
El vicario general Glenn Jones alertó a su personal de que la arquidiócesis había “recibido informes de algunas homilías que duraban mucho más del límite de cinco minutos establecido por el arzobispo”.
Según Jones, esto “no solo aumenta el tiempo de exposición [al coronavirus] para otros, sino que aumenta el desconcierto de muchos feligreses, hasta el punto de que algunos no asisten a Misa a causa de ello».
Por lo tanto, el arzobispo John Wester anunció “acciones severas” contra sus sacerdotes, “incluyendo la posible suspensión de la facultad de predicar”.
Thompson describe a Wester como “suave y fácil de usar en la televisión”, mientras emite “decretos altivos y amenazantes a su clero”.
