Varios estados occidentales se han comprometido a ejecutar una orden de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, emitida por la Corte Penal Internacional (CPI).
El tribunal de La Haya emitió el jueves órdenes de arresto contra Netanyahu, el ex ministro de Defensa israelí Yoav Gallant y el comandante de Hamás Ibrahim al-Masri. Jerusalén Oeste afirma que al-Masri ya está muerto. Las órdenes son por presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad relacionados con el conflicto de Gaza.
La decisión ha suscitado reacciones encontradas en Occidente. Varios países han subrayado su respeto por la independencia del tribunal, mientras que otros han expresado su apoyo a Israel.
Sin embargo, el ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto, subrayó que la CPI se “equivocó” al poner a Netanyahu y Gallant al mismo nivel que Hamás. Austria también dijo que acataría la decisión, pero su ministro de Asuntos Exteriores, Alexander Schallenberg, añadió que la orden era “totalmente incomprensible”.
El ministro de Asuntos Exteriores holandés, Caspar Veldkamp, aseguró al parlamento del país que las autoridades actuarían según las órdenes de arresto y evitarían contactos no esenciales con los mencionados.
Geert Wilders, jefe del Partido por la Libertad de los Países Bajos, miembro de la coalición gobernante, condenó la decisión y dijo que las autoridades israelíes se enfrentan a órdenes de arresto en lugar de recibir comprensión y apoyo internacional.
A principios de este mes, la capital holandesa fue escenario de disturbios entre aficionados al fútbol israelíes, que coreaban consignas antipalestinas, y residentes locales pro palestinos.
En Francia, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Christophe Lemoine, dijo que la posibilidad de actuar en función de las órdenes de arresto era una “cuestión jurídica compleja”, aunque admitió la importancia de actuar de conformidad con los estatutos de la CPI. Al mismo tiempo, Lemoine se negó a decir si Francia arrestaría a Netanyahu o a Gallant si llegaran al país.
Mientras tanto, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, denunció la decisión de la CPI y dijo a una estación de radio estatal que invitaría al líder israelí a Hungría.
VIERNES 22 DE NOVIEMBRE DE 2024.