* A apenas tres semanas de asumir la presidencia de la nación, no queda nada de las anteriores promesas y compromisos a favor de la naciente vida humana que hizo Javier Edgardo Milei como candidato presidencial.
En su «refundación» de una Argentina liberal, matar a un niño sigue siendo un derecho «humano fundamental», como ayudaron a establecer los propietarios de las grandes multinacionales a las que otros anarcocapitalistas provida entregaron la gestión y la administración. de la economía argentina y el control estatal.
En efecto, en su segunda semana como Presidente de la Nación en ejercicio, Javier Milei inició su gestión emitiendo el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023, denominado “Bases para la reconstrucción de la economía argentina”, con el que deroga 8 leyes, todas carácter comercial.
Así presentado, en primer lugar, el decreto en cuestión presenta una grave imperfección jurídica, pues prevé la derogación total de las leyes, que tienen rango superior en el ordenamiento jurídico, motivo por el cual una ley puede derogar un decreto, pero un decreto Nunca se puede derogar una ley.
La 610, que legalizó el aborto en Argentina, sancionada en 2020, desde su aplicación en los dos primeros años de vigencia, ha supuesto para el Estado argentino un gasto aproximado de 82.000.000 de dólares (82 millones de dólares), ya que según la ley establecida debe pagar la costos y gastos necesarios para cada intervención criminal (un promedio de 500 dólares por cada niño asesinado en el útero). Un gasto que, según el concepto anarcocapitalista proclamado por Milei antes y durante la campaña presidencial, debería ser financiado por quienes deciden abortar, no por el Estado.
En este sentido, dado su compromiso previo proclamado en los últimos 5 años de defender la vida humana desde la concepción y que el aborto constituye un asesinato del cual el Estado no debe asumir responsabilidad, el presidente Milei bien podría haber decretado la derogación de esta infame ley, dada su que fue consagrado como una cuestión de salud pública, para garantizar a las mujeres el «derecho» a matar a un niño cuyo derecho a la vida (el primer derecho humano fundamental) les es negado.
Está claro que actualmente el Estado argentino asegura, protege y subsidia el asesinato prenatal, lo que ha supuesto un costo -dado que el acceso al aborto es gratuito- de 82 millones de dólares en dos años, lo que no es sólo un absurdo moral, sino francamente esquizofrénico. : la razón de ser del Estado es proteger a sus ciudadanos, nacidos y no nacidos, no promover, colaborar y apoyar su asesinato.
Antes de ser elegido presidente, Javier Edgardo Milei siempre fue muy claro y decidido en defender sin reservas la vida humana antes de nacer. En este sentido, llegó a decir que “el aborto es un asesinato en el vientre de la madre”, porque “la vida comienza en el momento de la concepción y termina cuando la persona muere”. Cualquier pausa intermedia es asesinato” ( https://youtu.be/RkY2zTncKXI?si=EWH8VsI3D7ue_S4H, 14 de junio de 2023 ). Manifestó además que “la vida humana comienza desde el momento de la concepción”, por lo que el aborto “es un asesinato agravado por la servidumbre”, y que ni siquiera el aborto por violación se justifica, ya que “si alguien comete un delito contra una persona [violación] ], esto no da derecho a cometer un delito contra otra persona [aborto]” (en https://youtu.be/7wus7IVmuWo?si=mcKN8tvLXOE_51z1, 17 de noviembre de 2020). “La mujer tiene derecho a disponer de su propio cuerpo, pero con el aborto decide sobre la existencia del cuerpo de otro, lo cual es un delito” o “Cómo puede ser un derecho adquirido matar a un ser humano”, son argumentos que reiteraron por Javier Milei en varias entrevistas, tanto como candidato como presidente electo. Pero ahora esta fuerte creencia en favor de la vida humana naciente ha sido dejada de lado e ignorada.
Lo mismo ocurre con el Proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, enviado al Congreso Nacional para «refundar» la Argentina según los principios del Liberalismo. Un proyecto de ley compuesto por 664 artículos que constituye en muchos sentidos una reforma constitucional oculta, pero que deja intacta la vigencia de la ley 27.610/20 que legalizó el asesinato prenatal (aborto) en el país.
En otras palabras: traicionando todas sus declaraciones anteriores, para el ex provida Javier Milei, el aborto es un derecho conquistado que no se discute en la “nueva” Argentina que pretende imponer como el futuro de largo plazo de la Argentina.
Una Argentina liberal en la que el derecho a matar al propio hijo sea total y absolutamente válido, pese a que hasta hace unas semanas el actual presidente afirmara exactamente lo contrario.
Un verdadero caso de esquizofrenia moral y política, en beneficio de sus benefactores y partidarios vinculados a la plutocracia globalista angloamericana y su política de impedir la llegada de nuevos seres humanos al mundo, a cualquier precio.
No es casualidad que una vez electo y ungido presidente, Javier Milei abandonara a todos los libertarios que inicialmente lo acompañaban, para rodearse de funcionarios y personalidades de las grandes multinacionales «argentinas», con sede en paraísos fiscales, que forman parte del Consejo de la Américas de la familia Rockefeller, pionera y ariete del plan globalista para imponer el asesinato prenatal como política de Estado en todos los países del mundo.
Una Argentina «liberal», gobernada por la plutocracia globalista depredadora y genocida: esto es lo que ha transformado o cambiado el proyecto del otro anarcocapitalista libertario, hoy sirviente y ariete del poder político y económico «amo» de la Argentina.
Por JOSÉ ARTURO QUARRACINO.
VIERNES 5 DE ENERO DE 2024.