Este domingo se cumple el 25 aniversario del secuestro del entonces concejal del PP en Ermua Miguel Angel Blanco. El gobierno y el alcalde socialista de Ermua prepararon un acto de homenaje con presencia del Rey Felipe VI pero sin la hermana del asesinado, MariMar Blanco.
La censura fue tan burda que finalmente tuvieron que rectificar; eso sí exigiendo control previo del discurso. Alucinante. La situación fue tan tensa que hasta tuvo que intervenir casa Real para asegurar la libertad de expresión.
Ha pasado un cuarto de siglo pero hemos evolucionado poco. Más bien hemos sufrido una regresión. ETA ya no mata ni secuestra. Pero los que mataban y secuestraban -a Miguel Angel y a otros- son ahora líderes de Bildu, el brazo político de ETA. ¿Avance?
Habrá quien piense que es un avance ‘bajar del monte’ a los etarras y sentarles en las instituciones. Yo creo que sentar en las instituciones a quien tiene las manos y la conciencia manchadas de sangre es denigrar las instituciones.
Pero el colmo de los colmos no es que ETA haya sido blanqueada. El colmo de los colmos es que se permita marcar la agenda nacional de un gobierno débil e indigno. Que se permita ser la llave de la gobernabilidad y el intérprete de nuestra reciente historia. Que se les permita repartir carnets de buenos y malos, víctimas y verdugos a los que sólo fueron verdugos.
Por eso, cuando han pasado 25 años del asesinato del joven concejal de Ermua, #TodosSomosMiguelAngel sigue siendo más urgente que nunca. Urge la unidad de un pueblo frente a la barbarie, el chantaje, la degradación moral e institucional.
Urge levantar nuestras manos blancas frente a quienes pretenden a quienes pretenden doblegarnos. Pero también contra quienes prefieren pactar con el diablo con tal de permanecer un minuto en el sillón.
Los votos de Bildu no son como los demás. Son votos manchados de sangre, repugnantemente inmorales porque nunca se arrepintieron ni pidieron perdón y ahora pretenden que seamos nosotros quienes nos disculpemos… Ese espantajo de la llamada memoria democrática es el precio que el PSOE ha querido pagar a los proetarras para garantizarse su revancha histórica. Lamentable.
España hoy regresa a la angustia y al shock. Y sigue sin contar con una izquierda nacional digna.
El anzuelo del pescador
- Concertación del ladrillo. Competencia multa a las grandes constructoras por concertación durante los últimos 25 años. ¿Eran estos los poderes ocultos?
- Todos contra Ayuso. La izquierda observa en Feijóo un posible aliado contra Ayuso. La artillería ahora es que concierta más que el resto de España y que escondió a Génova las becas para rentas generosas.
- Sumar sin Podemos. El proceso de “escucha” de Yolanda Díaz se hará sin Podemos. ¿Sumar o dividir? La sopa de letras de la izquierda del PSOE es cada día más confusa.