Pensaba escribir esto más temprano pero fue necesario escuchar a varios actores políticos y analistas para concluir lo que para mi es un claro espejismo.
Por un lado se ve el triunfalismo del PRI que pareciera resucitó electoralmente, por otro lado hay quienes dicen que el PAN se derrumbó, otro grupo numeroso dice que ha comenzado la caída de MORENA. En realidad todos tienen algo de razón y una gran parte de mentira.
Partamos de una realidad electoral histórica de este país. Cuando hay elección presidencial los candidatos de ella son quienes arrastran las demás elecciones, y es normalmente solo en esas elecciones cuando hay importantes niveles de participación, cuando son de gobernador sucede lo mismo, solo que ahí el nivel de participación varía mucho entre estados, cuando son de alcaldes la participación es baja y en casos de solo elección de congreso local, normalmente el tema se va al suelo en participación. Esta reflexión la pongo porque cuando son elecciones de Presidente y de Gobernador los partidos políticos no se ven tan beneficiados de su voto duro, no así en el caso de elecciones locales de alcaldes y diputados donde el voto duro cobra especial relevancia, ya que la participación es tan baja que la capacidad de movilización de los partidos en la jornada electoral es fundamental.
Dicho lo anterior hay que también tener como base que el PRI mantiene pese al 2018, 5 estados que hasta la fecha no han sido gobernados por alguien más: Estado de México, Coahuila, Hidalgo, Colima y Campeche, como bien me dijo hoy Guillermo Torres, director de Saber Votar. En esta ocasión la elección fue en dos de estos lugares y con elecciones de baja participación. En Coahuila participó aparentemente el 38% de la votación y en Hidalgo arribita del 40%. En esos escenarios la movilización del voto duro es fundamental y no se puede perder de vista que el PRI sigue contando en el país con entre un 6 y un 8% de la población votante. Alguien me dirá que en el 2018 arrasó MORENA en Hidalgo y tendrá razón, pero también fue un espejismo porque ahí gano el PRI bajo las siglas de MORENA, ya que en ese momento el Gobernador Fayad dejo fuera de las candidaturas del PRI a los mejor posicionados, los cuales bajo el mando de Canek fueron postulados por MORENA. Ese error ahora no se cometió.
En el caso de Coahuila también hacer una precisión, así como AMLO es cacique en la CDMX, los Moreira lo son allá y es justo el señor Rubén Moreira quien es el puente entre el PRI y MORENA, al grado de que normalmente es su grupo en diputados el que tiende a traicionar o complicarle la vida al coordinador.
Tomando en consideración estas bases, me parece que primero el PRI demostró que cuando esta unido y la gente no sale a votar su voto duro le alcanza para varias posiciones.
Una segunda conclusión es que mediaticamente es claro que tanto MORENA como el PAN salieron golpeados, aunque la realidad es esa, el resultado es un espejismo mediático ya que si hubieran sido elecciones en Querétaro veríamos al PAN posiblemente arrasando, y si fuera CDMX sería MORENA.
La tercera conclusión para mi es tal vez la más triste, y es que pese al clima blanco y negro, de pro 4t y anti 4t, ni así vimos que se rompiera el esquema de baja participación ciudadana en ambos procesos. Esto lo que vuelve es perdedores a todos los partidos, ya que nadie esta resultando atractivo para el electorado.
Quedan pocos meses para que el proceso 2021 se realice y si los partidos fracasan en su intento de ser atractivos encontraremos un caldo de cultivo para una desastre.
Esperemos cada día podamos construir una mayor y mejor ciudadanía.
¡Viva México!