Escándalos del sacerdote Javier Belda: «El brazo armado de Roma» que ayuda a cardenal español en lío económico

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Javier Belda llegó a la archidiócesis de Madrid por petición de Osoro a Edgar Peña Parra que es número dos de la Secretaría de Estado del Vaticano para resolver el lío de las fundaciones que salpica al propio arzobispo.

Tras esta misión encomendada a Belda, llega como «investigador canónico», con el fin de lavar la imagen de Osoro. Este nuevo papel, hizo que Belda llegase a decir en su círculo cercano que “soy el brazo armado de Roma y la espada de la justicia del Papa”. Además de estas declaraciones, llegó a amenazar a varios miembros de algunas fundaciones con la excomunión si no respetaban sus decisiones. El propio Belda estaría siendo el principal informador para algunos medios de comunicación filtrando información relacionada con el caso de las fundaciones de la Iglesia.

Montó su despacho en la calle Serrano de Madrid. Cuenta con dos abogados que le ayudan en sus tareas, por un lado Aitor Canales Santander, que sería el estratega jurídico y José Antonio Bejarano Martín, encargado de ejecutar desde la sombra. Otro de los casos a él encomendado por Edgar Peña Parra fue la defensa del obispo argentino, e íntimo amigo del Papa, Gustavo Zanchetta, acusado de abusos sexuales. A pesar de ello, Belda no ha podido demostrar que está inscrito en ningún Colegio Profesional de Abogados. Le pusieron una querella que admitió el juzgado número 53 por usurpación profesional. Fue imputado (citado como investigado) y este pasado mes de agosto se ha ampliado por falsedad documental.

Actualmente tiene dos expedientes abiertos en Roma, y que están bloqueados en la Secretaría de Estado por su dos máximos defensores, el propio Secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin y por su número dos, el venezolano Edgar Peña Parra.

  • El primer expediente llega a Roma cuando la UCAM descubre que Javier Belda ha falsificado su currículum. Es el propio presidente de la universidad, José Luis Mendoza, quién a través de un intermediario le hace llegar al Papa esta situación. Habían descubierto que Belda había falsificado todos los títulos de Roma consiguiendo firmas y certificados digitales. Este escándalo provocó que el Papa pidiera abrir un expediente para aclararlo todo, pero que lo tiene bloqueado Peña Parra.

 

  • El segundo expediente que tiene abierto en la Santa Sede el sacerdote murciano, es que desde varios años, es sabido, que anda coqueteando con una mujer de Zaragoza, que después se llevó a Valencia y posteriormente a Murcia. Actualmente vive en una céntrica calle de Madrid. Según decía él “es un cura con licencia para pecar”.

 

  • Otro escándalo que sacude a Javier Belda es el supuesto robo de un incunable (todo aquel libro impreso antes del 1 de enero de 1501) a una congregación de monjas religiosas de Murcia. Al parecer, Belda se lo llevó para tasarlo y no lo devolvió. Todo apunta a que Belda lo vendió y dio 100.000 euros a las monjas por la venta de este libro.

 

  • Otros datos, apuntan a que su padre, prestigioso catedrático de Historia del Arte, es uno de los jefes de la logia masónica en Murcia, al igual que su hermano Cristóbal, con quién tiene abierto negocios, algo poco propio de un sacerdote. Su hermano Cristóbal Belda Iniesta, fue nombrado el pasado mes de agosto director del Instituto de Salud Carlos III, a propuesta de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y de conformidad con la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant.

Actualmente Javier Belda está incardinado en la diócesis de Cartagena aunque el obispo de allí, José Manuel Lorca Planes, no le ha dado ningún encargo pastoral. También ejerce como secretario de Fusara, una de las fundaciones que se encuentra bajo investigación judicial, en la fundación Instituto San José y en la fundación Pía Autónoma de las Congregaciones Marianas y San José.

Belda cuenta con el amparo en Roma del Secretario de Estado Pietro Parolin y de Edgar Peña Parra, mientras que en España lo cobijan tanto Osoro como el jesuita Germán Arana, hombre de confianza de Francisco con quien tiene línea directa. Que tenga tantos protectores, a pesar de sus escándalos, ansias de poder y de dinero, y conductas poco apropiadas, responde simplemente a una cuestión: Belda sabe tanto que si se le dejase caer y hablase, salpicaría hasta en Roma.

 

Infovaticana.

 

¿Quién es Francisco Javier Belda?

POR DIEGO LANZAS

 | El último fichaje del arzobispo de Madrid, cardenal Osoro, se ha convertido en el protagonista de la información sobre la Iglesia madrileña. Se dice que fue enviado por Roma para arreglar el lío de las Fundaciones civiles de las que es presidente el cardenal Osoro. Vino a “Salvar al soldado Ryan” y lo que parece es que, al final, va a meterle en más líos de los que estaba. Sus maneras nada sacerdotales, sus poses despóticas, la forma en la que trata a los subordinados, se han hecho ya famosas. Pero lo que más llama la atención es que, como va diciendo por ahí, Osoro le ha dado todo los poderes. Y los está ejerciendo de una forma “poco francisquista”.

Pero, ¿quién es Francisco Javier Belda Iniesta? Según el currículum oficial ofrecido por la universidad Católica de Murcia en su web, es un sacerdote murciano, Doctor en Filosofía, Doctor en Utroque Iure, Doctor en Derecho Canónico, Licenciado en Derecho, en Derecho Canónico. Es Codirector del departamento de Teología y Ciencias Eclesiásticas, Coordinador de Investigación del Grado en Derecho y Director de la Cátedra Internacional Conjunta Inocencio III para la Investigación en Historia del Derecho, Derecho Común y Derecho Canónico.

En su aterrizaje en Madrid se presenta como “abogado canónico”. Una figura inédita hasta hora en el Derecho Canónico de la Iglesia. Hay quien apunta que utiliza este eufemismo porque no puede utilizar el de abogado a secas. Si es Licenciado en Derecho, como afirma su currículum oficial de la web, ¿por qué no se presenta como abogado a secas? ¿Solo porque no ha pagado las tasas del Colegio de Abogados?

Lo que está claro es que este sacerdote, que fue la mano derecha de Manuel Ureña en Zaragoza –y ya se sabe cómo terminó don Manuel-, se convirtió muy pronto también en la mano derecha del Presidente de la Universidad Católica de Murcia, José Luis Mendoza. Según el periodista Jacques pintor, Pablo Ormazábal, Miguel Ángel Barco y Javier Belda fueron sacerdotes cercanos a Ureña que vivieron en Zaragoza en aquella época. ¿Quién queda en pie ahora?

En la UCAM, según lo publicado por esa universidad, ha sido además Decano de la Facultad de Ciencias Humanas, Canónicas y religiosas y responsable del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II. Durante mucho tiempo Mendoza se encargó de llevar al “genio” de Belda al Vaticano y presentarle a todo el mundo, desde ujieres a cardenales. Ahí conoció, y encandiló, a sus dos hoy grandes valedores, el Sustituto de la Secretaría de Estado, monseñor Edgar Peña Parra , y a monseñor Vicenzo Paglia. Ninguno de ellos necesita presentación, ni explicación de sus vidas.

Monseñor Parra, sabedor de la valía de Belda, le encargó, entre otros, resolver el problema del obispo Gustavo Zanchetta, que fue obispo la diócesis argentina de Orán entre 2013 y 2017.  Allá se fue Belda acompañando al obispo para deshacer la orden de detención internacional contra Zanchetta por el caso de las denuncias por presunto abusos sexuales a dos seminaristas.

El caso Zanchetta tiene importancia por la relación de este obispo argentino con el papa Francisco. Tras la sorpresiva renuncia en julio de 2017, “por motivos de salud”, Zanchetta se trasladó al Vaticano donde Francisco le nombró asesor de la Administración del Patrimonio de la Santa Sede (APSA). Antes pasó unos mees en Madrid con el cardenal Osoro que lo acogió en su casa. Por cierto que ya entonces el periodista oranense Samuel Huerga aseguró que en Orán hay persecución a periodistas que cuestionaban a Zanchetta.

Pero Belda, experto en la Inquisición, también tiene ínfulas de fundador. Y en la “Casa Mendoza” ha sido promotor de la que se denomina “Primera Orden Universitaria del mundo”, la Orden Universitaria de San Antonio, presentada en la sede de la UCAM en junio de 2019. Entre otros procesos canónicos en los que ha intervenido Belda está el del lío la cofradía, “Los Salzillos”, de la diócesis de Murcia.

Belda y Zanchetta

 

En las últimas semanas se ha publicado que Belda es administrador único de una sociedad, denominada CMC THEO LEGAL SL. que, desde el mes de octubre de 2020, tiene como objeto social también la “Intermediación en la prestación de servicios de asesoramiento jurídico”. Fecha en la que Belda está ejerciendo como salvavidas de Osoro en los pasillos judiciales de Madrid.

Se dice que Francisco Javier Belda también es un experto informático. El periodista Jacques Pintor, máximo conocedor del caso Ureña y del caso del sacerdote Miguel Ángel Barco, afirma en una de sus crónicas que “Belda es también un erudito en informática, y ayudó a Mons. Ureña a rastrear por Internet a algún sacerdote pervertido (ordenados por Monseñor Elías Yanes, predecesor de Ureña) y que estaban llevando vidas sexuales indignas”.

Pintor ha explicado que “cuando en febrero 2015 el cardenal Stella dio orden al obispo Reig Pla de la Diócesis de Alcalá  de Henares de que hiciera renunciar al Rvdo. Miguel Ángel Barco de su Ministerio sacerdotal, fue el mismo Rvdo. Javier Belda quien acompañó como abogado a Miguel Ángel Barco a hablar con Reig Pla el día 5 de marzo de 2015. Belda fue después quien en conversación privada con el obispo Reig Pla obtuvo la información de que la culpa de la situación de Miguel Ángel Barco recaía en el obispo Jesús Catalá, quien en 2007 escribió a la Congregación del Clero manteniendo sus sospechas sobre la paternidad biológica del Rvdo. Barco, que al final resultaron no solamente falsas, sino que incluso  los padres biológicos de la supuesta hija del Rvdo. Barco instaron un procedimiento para que la Diócesis rectificara en su actitud, aportando incluso pruebas de ADN certificadas.

Belda expuso a Reig Pla que se trataba un caso prescrito y que no había más que hablar, y que él mismo (Belda) acudiría a sus contactos en la Signatura Apostólica para frenar la secularización de Miguel Ángel Barco”. Por cierto que ya se sabe cómo sigue el caso del sacerdote Barco.

Ahora Belda se ha convertido en una especie de “Gran Inquisidor” que va repartiendo amenazas de “excomunión”  a quien no le sigue el juego, como se puede leer en una página web seguidora del lío de las Fundaciones. Página que añade además que Belda “ha sido nombrado Secretario – en algunos casos con fundada presunción de ilegalidad – de las Fundaciones que preside el cardenal”.

Por Diego Lanzas.

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