Lo que décimos en el título no es sólo cierto.
Se ha confirmado para varios medios y también de manera oficial.
En definitiva, la mañana del 5 de enero, día en que la Iglesia católica sepulta a uno de sus Papas, además de un gran Pontífice, Benedicto XVI, sin un luto severo y respetuoso, ni una visible, aunque pequeña, expresión de dolor.
Por el contrario, cuando se puede recaudar dinero, uno trata de mantener abierto el mayor tiempo posible.
Esto es un verdadero escandalo.
Para nosotros, los católicos, una vergüenza desgarradora.
Por LUIS BADILLA.
CIUDAD DEL VATICANO.
MIÉRCOLES 4 DE ENERO DE 2023.