Es necesario tomar en serio el sufrimiento

Guillermo Gazanini Espinoza
Guillermo Gazanini Espinoza

La vida de fe invita a todos los bautizados para que su ayuda, además de generosa, sea oportuna. Ayudar a los demás oportunamente significa tomar en serio el sufrimiento ajeno y valorar la dignidad de quien la padece. Según datos de 2022, en México hay cerca de 46 millones de pobres y en Veracruz hay cerca de 4 millones de pobres. Estos datos nos recuerdan que todo proyecto integral de desarrollo social debe incluir la responsabilidad de tomar en serio el sufrimiento humano y valorar la dignidad de toda persona que sufre. Esta responsabilidad por los demás no debe faltar en toda propuesta de desarrollo.

El evangelista San Marcos (1, 29-39) resalta y destaca que la suegra de Simón estaba en cama para mostrar que «enseguida le avisaron Jesús». Con gran probabilidad, los que pusieron al tanto a Jesús de la enfermedad de aquella mujer fueron los discípulos, con lo cual Marcos está dándonos a entender que quienes pretendan seguir a Jesús deben desarrollar una gran sensibilidad y eficacia ante las necesidades de los más desprotegidos.

Al leer con atención el texto de San Marcos (1, 29-39) se descubre que Jesucristo se acerca a la suegra de Simón casi al mismo tiempo en que le están presentando su padecimiento. Con razón, el alivio no se hace esperar: en el momento en que la sensibilidad oportuna de los discípulos ante la enfermedad de aquella mujer se junta con la actuación eficaz del Señor, el alivio llega. El servicio libre de la fe de toda persona consigue que tome en serio el sufrimiento de los demás y a que alguien, en este caso Jesús, intervenga favorablemente y le dé alivio. Todos estamos llamados a participar responsablemente en los proyectos de desarrollo y la fuerza de la fe logrará que Jesucristo nos de vida digna a todos.

Pbro. Juan Beristain de los Santos

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