En otro capítulo de la controversia de los libros de texto gratuito (LGT), la Conferencia del Episcopado Mexicano emite un nuevo mensaje en el que ofrece argumentos sobre los textos y sus puntos controvertidos.
El documento Educar es tarea de todos y es un acto de amor, verdad y esperanza, pretende mostrar más signos de reconciliación y de reconocimiento de los problemas que inciden en el rezago educativo; en el mismo, el Episcopado enfatiza su opinión al afirmar que los materiales gratuitos son herramienta, “la educación se lleva a cabo siempre en el encuentro entre personas: sólo la persona educa a la persona”.
Sobre los libros, el mensaje señala que la Dimensión de Educación y Cultura de la CEM y académicos revisaron los polémicos materiales. Reconoce que, en estos momentos, el gran déficit es la formación y capacitación de los docentes y directivos; en este sentido, llama al “logro de acuerdos, el análisis, así como la flexibilidad institucional, se abran caminos a la generosidad, el diálogo y la respuesta específica a los educandos”.
Los obispos parecen apoyar los subsidios complementarios de los docentes ante los pleitos judiciales que podrían dejar sin libros a las aulas. Además, “la elaboración de los LTG que se están presentando para este ciclo escolar ha sido irregular” según se lee en el mensaje debido a que los sectores involucrados no fueron consultados conforme a la Ley para la integración de los programas, planes y materiales.
El mensaje igualmente advierte de la necesidad de una educación integral del ser humano que evite cualquier tipo de reduccionismos cuando prevalece, especialmente, una visión biologicista y mecanicista del ser humano. “Es necesario enseñar sexualidad”, pero apuntando a la gradualidad y madurez conforme a las edades de los educandos y “desde los ángulos humanistas, tal y como lo propone la Nueva Escuela Mexicana”.
“Es evidente la improvisación y confusión en muchos componentes de la versión ahora presentada de los LTG”, apunta el mensaje del Episcopado; no obstante, su mensaje enfatiza el necesario intercambio de acciones entre todos los involucrados poniendo en el centro, el interés superior de la niñez y de la irrenunciable tarea de los padres, “primeros responsables de la educación de los hijos”.
El mensaje concluye con un optimista exhorto para apostar por una nación “en donde el amor venza al odio, a través de la promoción de un desarrollo humano, integral, solidario y sustentable” y estando próximo el inicio del curso escolar 2023-2024, el lunes 28 de agosto, invita a los actores del proceso educativo a “implementar la cultura de la fraternidad, del diálogo y el encuentro en la verdad, el bien y la bondad. Animamos a todas las comunidades educativas a iniciar este curso escolar con este espíritu”.