Enseñanzas de Jesús camino a Jerusalén

XXIII DOMINGO ORDINARIO. CICLO B

Pbro. José Manuel Suazo Reyes
Pbro. José Manuel Suazo Reyes

El evangelio que escucharemos este domingo nos presenta a Jesús de camino a Jerusalén, consiente del final que le espera: la muerte en la cruz. Durante este recorrido, él anuncia hasta en tres ocasiones su Pasión, su Muerte y su Resurrección. Jesús es el Mesías que salvará al mundo desde la cruz y con ello lleva a plenitud las profecías del siervo sufriente. Al mismo tiempo Jesús aprovecha para instruir a sus apóstoles sobre lo que significa ser discípulo suyo.

En el evangelio que escucharemos este domingo (Mc 9, 38-43.45.47-48) Jesús instruye a sus discípulos sobre dos asuntos. El primero tiene que ver con la actitud que los discípulos deben tener con todos aquellos que no pertenecen al círculo de los apóstoles. La segunda instrucción habla del escándalo.

¿Cómo comportarse ante quien no pertenece al círculo apostólico? Los discípulos no deben pensar que tienen la exclusiva de la verdad y de la bondad en todo, la salvación de Dios es universal y Dios tiene muchos caminos para mostrar su bondad. El poder de Dios no se puede encerrar en un pequeño grupo, él es generoso con todos y manifiesta su bondad y su verdad donde quiera, aún en el corazón y la vida de quien no es cristiano o incluso en los no creyentes.

Esto nos enseña que todo cristiano debe mantener un espíritu tolerante, respetuoso y fraternal ante quien no comparte su fe o no es un creyente. No puede sentirse celoso o envidioso cuando la verdad o la bondad florecen en los demás, aun cuando no sea creyente o no sea un cristiano. Al contrario debe alegrarse por esta gran libertad que Dios tiene y apreciar todas estas formas que ya desde el tiempo de los primeros siglos se les conocía como “semillas del verbo”. Por ello Jesús dice a Juan, “no impidan a otros expulsar al maligno”

La segunda enseñanza de Jesús en este evangelio trata sobre el escándalo. El escándalo sobre los pequeños y el escándalo sobre sí mismo. El escándalo en el lenguaje bíblico designa un obstáculo con el cual uno puede tropezarse y caer. Los pequeños aquí, no designa a los niños, sino a todos los fieles que tienen una fe frágil e insegura.

Por lo tanto quien hace caer a un pequeño o hace perder la fe de los más débiles e inseguros, “más le valdría morir ahogado”, lo alerta Jesús. Es mejor perder la propia vida física que hacer perder las almas de los demás.

En el caso del escándalo que uno puede hacer sobre sí mismo, Jesús utiliza las imágenes de algunas partes del cuerpo. “Si la mano te es ocasión de escándalo, córtala, si tu pie te escandaliza córtalo, si tu ojo te escandaliza, sácatelo”. Las manos, los pies y los ojos son realidades que concentran la actividad de la persona.

La enseñanza es la siguiente: si con tus manos haces el mal o sea cometes acciones que te alejan de la fe, si estás siguiendo senderos peligrosos para tu fe, si miras o lees cosas que ponen en peligro tu fe, debes ser decidido y drástico contigo mismo para apartarte de ese camino, de otra manera tú mismo te encaminas a tu destrucción.

La fe es un don maravilloso que Dios nos ha regalado, no podemos ponerla en riesgo. Ni en nosotros ni con los más frágiles o débiles.

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Párroco en San Miguel Arcángel, Perote, Veracruz.