Enjuiciado por abusos homosexuales, recibió «ciudadanía» del Vaticano.

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Según ha podido saber InfoVaticana, Gustavo Zanchetta, encausado en Argentina en un juicio de abusos sexuales, adquirió la ciudadanía vaticana el 7 de mayo de 2018, cuando el Vaticano ya era consciente de algunas acusaciones de abuso de autoridad que recaían sobre él.

El prelado de 57 años, que ha amenazado con interponer una querella contra InfoVaticana, pidiendo 300.000 euros, fue uno de los primeros nombramientos episcopales de Francisco, en verano de 2013, cuatro meses después de ser elegido Papa. Zanchetta y Bergoglio se conocían porque coincidieron en la Conferencia Episcopal Argentina.

Le nombró obispo de Orán, en la provincia de Salta y, cuatro años después, en 2017, pidió la renuncia, que fue aceptada pretextando una grave enfermedad de la que nunca más se supo y, sin despedirse siquiera de sus fieles o sus sacerdotes, buscó primero refugio en el obispado de Entrerríos y voló luego a Madrid, acogido a la hospitalidad de su arzobispo, el cardenal Carlos Osoro.

Poco después, el Tribuno de Salta, un periódico local argentino, daba la noticia de que la verdadera causa de su fuga precipitada había sido una gestión desastrosa, abuso de poder y acusaciones de acoso homosexual.

La reacción del Vaticano había sido, previamente, albergar a Zanchetta en la propia residencia papal, la Casa Santa Marta, y crear ‘ex novo’ para él un cómodo puesto de ‘asesor’ en la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA).

Cuando estalló el escándalo, el entonces portavoz de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, envió un comunicado a los periodistas acreditados ante la Santa Sede, el 4 de enero de 2019.

Gisotti aseguró, según recogió Zenit, que Zanchetta “no ha sido retirado de la diócesis de Orán. Fue él quien renunció”. Asimismo, explicó que el motivo de su renuncia estaba relacionado “con su dificultad para manejar las relaciones con el clero diocesano” y en las “relaciones muy tensas con los sacerdotes de la diócesis”.

En el momento de su renuncia, explicó, hubo “acusaciones de autoritarismo” contra él, pero no había habido “ninguna acusación de abuso sexual”.

Cuando el Papa Francisco nombró a Gustavo Zanchetta asesor del APSA el 19 de diciembre de 2017, “no había surgido ningún cargo de abuso sexual”, aclaró Gisotti. “Las acusaciones de abuso sexual se remontan a este otoño”, es decir, al otoño de 2018.

Hoy sabemos que, unos meses antes, en mayo de 2018, cinco meses después de incorporarse a su cargo en la Santa Sede, cuando, según el portavoz de la Santa Sede, no se sabía nada de las acusaciones de abuso sexual, el Vaticano le concedió la ciudadanía.

¿Qué conlleva adquirir la ciudadanía vaticana? Este status sólo lo pueden obtener unas pocas personas. Entre ellos, los cardenales residentes en Roma, los diplomáticos y, también lo pueden solicitar algunas personas que trabajan para la Santa Sede.

Zanchetta, al trabajar en el APSA, tenía derecho a solicitar dicha ciudadanía.

Creemos que sería impensable que sucediera, pero al tener esta ciudadanía -que, por cierto, es compatible con la nacionalidad de origen-, en un hipotético veredicto de condena del prelado, el Vaticano podría negarse a la extradición. Algo, repetimos, juzgamos harto improbable, por no decir imposible. De hecho, Zanchetta acudió a declarar a Argentina en una audiencia previa al juicio en el que está inmerso, ya con la ciudadanía vaticana bajo el brazo.

Documento del Vaticano admitiendo la ciudadanía de Zanchetta.

Infovaticana.

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