¿En qué momento están listos nuestros hijos para enfrentarse al mundo?

Psic. Octavio Escobar
Psic. Octavio Escobar

Como padres, siempre existen etapas en las que estamos enfocados en preservar a nuestros hijos de distintas maneras. Cuando son pequeños, los llevamos alzados, les damos de comer en la boca y cuando se caen los levantamos. En la medida en que crecen, les vamos soltando las riendas hasta que su discernimiento y educación son los suficientes para valerse por sí solos. Sin embargo, veo muchos padres que debido a sus múltiples ocupaciones, dejan el cuidado de sus hijos a las maestras del colegio, a algún familiar cercano, a la televisión o, en el peor de los casos, son dejados a su suerte.

Este tipo de descuidos que cometemos como padres, en muchos casos involuntarios, hacen que nuestros pequeños crezcan recibiendo la educación esencial de un mundo que no discrimina la edad de una persona para distribuir sus mensajes y por el contrario, quiere adoctrinarlos de una manera que nuestros pequeños podrían no asimilar de manera adecuada.

Por ejemplo, cuando dejamos a nuestros hijos viendo televisión todo el día o jugando videojuegos en la computadora, no sabemos qué tipo de información están consumiendo y es probable que sean influenciados por mensajes con contenido sexual o violento.

Es por eso que nuestra principal función como padres, además de educadores, es la de preservar la inocencia que nuestros hijos necesitan tener para vivir las etapas correctas según su edad. En el caso contrario, estamos dejando abiertas las puertas a que ellos adhieran posturas que atentan contra su propia vida o la de otros y que determinen negativamente su futuro.

 

¿Qué hacer?

Existen varias alternativas que como padres podemos hacer para preservar la mente de nuestros hijos. Desde un punto de vista conductual, es importante que estemos presentes en sus vidas, para que nuestra ausencia no sea llenada con amistades nocivas que los llevan por un camino en el que la rebeldía es su respuesta a nuestra autoridad.

Desde un punto de vista emocional, es aún más importante que conozcamos el daño que ya han sufrido para que podamos pensar un plan de acción para revertirlo. Para conocer esta información, he creado la Lista de Chequeo, la cual es un cuestionario de 95 ítems con el que podemos conocer en qué hemos fallado como formadores y cuales son las consecuencias de estos descuidos que hemos tenido en su crianza. Si quieres completar este cuestionario haz clic en este enlace.

 

Plan de acción 

Una vez conozcas las conductas nocivas de tus hijos, es importante que inicies un proceso de sanación de las heridas que han sido causadas en nuestros pequeños, para que entendamos cómo sanarlas. Para eso, he creado un programa de formación de Padres, que Sanan a sus Hijos con el Poder de la Oración, en el que trabajamos sistemáticamente en las heridas emocionales que causas las conductas nocivas de nuestros hijos, con base psicológica y espiritual.

Para conocer más sobre este programa, te invito a que me envíes un mensaje de WhatsApp al +571 580 6849, para que inicies un proceso de sanación de tus hijos en el que tú seas un actor presente en su vida y un instrumento en la realización de su proyecto de vida en Cristo.

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Psicólogo Clínico de Colombia