Dos pesos y dos medidas: ¿por qué las puertas de las iglesias italianas se abrieron de par en par a las asociaciones gay en el mes de mayo y se cerraron a los tradicionalistas que quisieran la misa en latín? La pregunta está causando discusión.
Lo plantea la minoría de la comunidad de fieles tradicionalistas que quisiera seguir la misa en latín (con el sacerdote de cara al altar) pero que ahora ha sido prohibida por el Papa Francisco con un reciente motu proprio.
En estos días los tradicionalistas están actuando en todo el país para sacar a la luz una diferencia de trato anómala, una vez que las diócesis italianas han dado luz verde a momentos de oración común para dar a conocer la cultura LGBT y promover encuentros capaces de fortalecer la atención pastoral hacia las personas homosexuales,
Una larga carta está circulando estos días por la web y vía whatsapp.
El texto está rebotando rápido y, en consecuencia, está activando una carta en cadena mortal. Se trata de una denuncia detallada en la que emerge el evidente trato inexplicable con la lista detallada adjunta de las numerosas diócesis italianas que han previsto iniciativas pastorales para abrir parroquias a los homosexuales. Son vigilias por la superación de la homotransobia bajo el paraguas de la frase evangélica: “quien a vosotros os acoge a mí me acoge”.
Génova, Lecce, Florencia, Parma, Agrigento Roma, Lucca, Mestre Bergamo: la lista elaborada por http://blog.messainlatino.it es realmente muy larga y termina con una extraña anotación en la que dice que como la elección del ocho por mil, será inevitable reflexionar sobre su destino también a la luz de estos comportamientos.
Entrevistados por Il Messaggero, los redactores de esta lista explican que no se trata de una amenaza al 8 por mil [el impuesto que pagan los ciudadanos italianos a la Iglesia], sino de una invitación a los obispos a prestar atención, a pensar en el estado de la Iglesia italiana con iglesias vacías, seminarios vacíos. , Drástica disminución de ofertas. Un cuadro tan serio como para obligar a todos a reflexionar. De ahí la pregunta que se hacen los tradicionalistas si es posible que en el mes de mayo dedicado a la Virgen haya obispos más preocupados por apoyar a las organizaciones pro-homosexuales y prohibir a los fieles que quieren la misa en latín.
Por Franca Giansoldati.
Ciudad del Vaticano.
Lunes 15 de mayo de 2023.
