El Vaticano presenta «Orientaciones» para impulsar la ‘Jornada Mundial de la Juventud’ de manera local o diocesana.

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Presentación del volumen «Orientaciones pastorales para la celebración de la Jornada mundial de la juventud en las iglesias particulares» del Dicasterio para los laicos, la familia y la vida, 18.05.2021.

 

  • Discurso del padre Alexandre Awi Mello, I.Sch .
  • Intervención del Padre João Chagas
  • Discurso del Dr. Dorota Abdelmoula
  • Discurso de Maria Lisa Abu Nassar
  • Discurso de Gelson Fernando Augusto Dinis.

Discurso del padre Alexandre Awi Mello, I.Sch.

El impulso para redactar estas Orientaciones nos surgió cuando el Papa Francisco decidió traducir la fecha de las JMJ diocesanas y relanzar su celebración en las Iglesias particulares. De hecho, at the final de la eucaristía de la solemnidad de Cristo Rey, el 22 de noviembre de 2020, el Santo Padre anunció que la celebración local de la JMJ, que hasta ahora se celebraba el Domingo de Ramos, tendrá lugar a partir de ahora el domingo en que cae la solemnidad de Cristo Rey. Este Cambio de fecha, dictado sobre todo por razones de conveniencia pastoral, mantiene el énfasis en el «misterio de Jesucristo, Redentor del hombre» y, al mismo tiempo, busca expandir las posibilidades de proponer actividades e iniciativas que sitúen a los jóvenes en un cono de luz que irradia de mística mística.

En el Documento final del Sínodo de los obispos sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, leemos que «la Iglesia considera su misión con los jóvenes« una prioridad pastoral histórica, en la que invertir tiempo, energías y recursos »» (n 119). Y anteriormente, los Padres sinodales escribieron: «La Jornada Mundial de la Juventud, […] los encuentros nacionales y diocesanos, desempeñan un papel importante en la vida de muchos jóvenes porque ofrecen una experiencia de vida de fe y de comunón, que los ayuda a afrontar los grandes desafíos de la vida ya asumir responsablemente su puesto en la sociedad y en la comunidad eclesial «(DF 16).

Estos encuentros, nacidos de la intuición profética de San Juan Pablo II, han sido reconocidos por la mayoría como fuente de gracia para muchos jóvenes, para la pastoral juvenil y para toda la Iglesia. ¡Cuántas conversiones, cuántas vocaciones surgidas durante las JMJ! De acuerdo con el Papa Benedicto XVI, aquellos representan un don providencial para la Iglesia, a «remedio contra la fatiga de creer». El Papa Francisco las describió cómo un misionero impulso de extraordinaria fuerza para toda la Iglesia y, en particular, para las generaciones más jóvenes.

Por ello, nuestro Dicasterio, reflexionando sobre cómo aplicar concretamente las propuestas del Sínodo y aprovechando su experiencia de décadas en la coordinación de las JMJ, ha decidido reunir en un documento algunos de los elementos clave que han hecho fructíferos estos encuentros a largo lo largo años, para colocarlo a disposición de las Iglesias particulares. Queremos recordar que, desde la institución de las JMJ, las Iglesias particulares han sido invitadas a realizarlo cada año a nivel local, mientras que su celebración internacional tiene lugar aproximadamente cae tres años. Sin embargo, se sabe que un gran número de jóvenes, por una u otra razón, no pueden participar en eventos internacionales. Por ello, a través de estas Orientaciones pastorales, queremos hacer partícipes a todos los jóvenes de este rico patrimonio. Sus pastores y los distintivos servicios de pastoral juvenil de las Iglesias particulares podrán así, con libertad y creatividad pastoral, enriquecer su experiencia local de la «fiesta de los jóvenes».

Creemos firmemente que la JMJ internacional y su celebración local se alimentan mutuamente. La dimensión internacional amplía los horizontes de los jóvenes y los abre a la fraternidad universal. El JMJ local, por su proximidad geográfica y física, puede generar fácilmente un compromiso en los jóvenes que cambian el rostrum de la sociedad en la que viven y aumente su sentido de pertenencia.

Hemos diseñado estas Orientaciones para las Conferencias episcopales, los Sínodos de las Iglesias Patriarcales y Arzobispales Mayores, las diócesis / eparquías, los movimientos y asociaciones eclesiales y, sobre todo, los jóvenes de todo el mundo. Esperamos que todos los reciparios encuentren elementos inspiradores para dar un nuevo impulso a la pastoral juvenil en las distinctas partes del mundo.

Les agradezco su atención y ahora Doy la palabra al P. João Chagas, jefe del Departamento de Juventud del Dicasterio, quien presentará el documento a grandes rasgos.

Intervención del Padre João Chagas.

El Documento es sencillo y ágil, como correspondencia con un instrumento pastoral; puede leerse fácilmente en una hora. Está estructurado en 6 capítulos [y una conclusión] y va acompañado de numerosas fotografías.

El primer capítulo resume lo que las JMJ have representado en los últimos 35 años en la vida de la Iglesia: han sido sustancialmente un don para toda la comunidad eclesial, como confirmman todos los Papas que las han celebrado.

El segundo capítulo se tiene en la importancia de la celebración de la JMJ a nivel local. Muchas Iglesias particulares ya tienen en su calendario algún tipo de evento dedicado a los jóvenes, aunque sea en fechas y modalidades diferentes (regional, nacional, continental …). Para esas realidades locales, estas orientaciones serán una confirmación y una mejora de lo que ya hacen. Por lo tanto, no existe nada similar, el propósito de estas orientaciones es animar a las Iglesias particulares para descubrir los muchos frutos que pueden nacer de la celebración diocesana / eparquial de la JMJ.

El tercer capítulo retoma la elección de la nueva fecha para la celebración de la JMJ diocesana / eparquial en la solemnidad de Cristo Rey. En este día, toda la Iglesia está llamada a reunirse en torno a sus jóvenes, en torno a TODOS los jóvenes, para hacerles llegar este gran mensaje: «Jesús os ama y estáis en el corazón de la Iglesia. vosotros y vosotros tenéis mucho que decir a la Iglesia. Hoy quiere conoceros, escucharos, quiere rezar con vosotros y por vosotros. Quiere celebraros «. En las Orientacionesse lee: “La invitación, por tanto, para cada diócesis / eparquía es celebrar el JMJ en la solemnidad de Cristo Rey. En efecto, el deseo del Santo Padre es que, en este día, the Iglesia universal place a los jóvenes en el centro de su atención pastoral, rece por ellos, realiza gestos que hagan a los jóvenes protagonistas, promueva campañas de comunicación, etc. Lo ideal sería organizar un evento (diocesano / eparquial, regional o nacional) el mismo día de Cristo Rey. Sin embargo, por diversas razones, es necesario celebrar el evento en otra fecha. […] Si sugiere que la Jornada Mundial de la Juventud if famoso en la misma fecha que la solemnidad de Cristo Rey, incluyendo en las Iglesias cuyo rito no prevé dicha solemnidad o lo celebra en otro día. Sin embargo, los Ordinarios tienen la facultad de decidir lo contrario ”.

El cuarto capítulo es el más largo y detallado. Recoge algunos de los aspectos más destacados que han surgido tras décadas de experiencia en la celebración de las JMJ internacionales. Enumera varias propuestas pastorales que reflejan la riqueza del evento. Pero la palabra clave aquí es «creatividad / fantasía pastoral». No proposonemos un modelo único que debe seguir al pie de la letra, hasta que, esencialmente, proposcionamos sugerencias que cada Iglesia o realidad eclesial puede adaptar y reelaborar, total o parcialmente, siguen a la propia experiencia y necesidades pastorales.

El quinto capítulo se centra en el protagonismo juvenil. Con este capítulo, hemos querido volver a presentar el rotundo mensaje que surgió del Sínodo de 2018, a saber, hacer partícipes a los jóvenes -hoy- de la vida y la misión de la Iglesia, porque, como suele decir el Papa Francisco, los jóvenes no son el future de la Iglesia. Estoy en el presente. Son el hoy, el ahora (cf. Homilía en la Misa Final de la JMJ de Panamá 2019). El Documento se propone superar una pastoral «para los jóvenes» en favor de una pastoral «con los jóvenes». Esto es lo que los jóvenes piden a la Iglesia: una apertura de crédito. Piden confianza y quieren que se les acompañe y anime para que puedan hacer fructificar la fuerza vital que les mueve.

Finalmente, el sexto capítulo explica la importancia del Mensaje para la JMJ anual del Santo Padre. Cada año, la Iglesia celebra en los jóvenes. Cada año, el Santo Padre les dirige un mensaje con motivo de la JMJ, un verdadero «brújula espiritual» para los jóvenes y un valioso instrumento para la programación de la pastoral juvenil.

A continuación, voy a pasar la palabra a algunos jóvenes para que nos digan qué les ha llamado la atención al leer este document.

Discurso del Dr. Dorota Abdelmoula

¡Buenos días a todos!

Pensó en centrarme interviniendo en el protagonismo de los jóvenes. En realidad, este protagonismo no tiene por qué ser relativo, ya que se acaba de hacer eco en esta sala. De hecho, María y Gelson no hablaron only de la Iglesia, up to sobre todo como Iglesia.

En mi opinión, es significativo que hoy, en el aniversario del nacimiento de San Juan Pablo II, tanto apreciaba la presencia activa de los jóvenes en la Iglesia, aquí, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, sean precisamente los jóvenes quienes hablen de la fe vivida en primera persona, with su lenguaje y su sensibilidad. Creo que este ejemplo suyo es también una indicación de la forma en que estas orientaciones podrían ponerse en práctica: que no sólo se consideren como un documento dedicado a los responsables de la pastoral juvenil, sino que se lean, se mediten y se pongan en práctica junto con los jóvenes.

Esto también sería un signo muy concreto de la confianza que, en mi opinión, es fundamental para poner en marcha el protagonismo de los jóvenes.

Desde hace años, cuando recuerdo la JMJ, me llama la atención precisa la confianza que primero Juan Pablo II, luego Benedicto XVI y ahora el Papa Francisco depositaron en los jóvenes, al reunir a miles de ellos -que antes parecían anónimos- ante el mundo entero, a través de cámaras y teleobjetivos, con un anuncio contundente: «Esta es la Iglesia de hoy. Aquí está quien llevará el Evangelio de Cristo en las próximas décadas».

Me atrevería to decir que este signo de confianza es un deseo que todo joven lleva in y que puede reavivar su vida. Por eso serio importante -y es uno de los estímulos que promovemos con estas orientaciones- no conforme a tener ya un grupo de jóvenes implicados en la parroquia o en la diócesis, hasta buscar cada vez a más de ellos-sobre todo entre los que quizás se sientan inadecuados, indignos, poco creyentes-.

Mi propio camino, que ha me ha traído hasta the Holy Sede, comenzó con un gesto de confianza de un sacerdote que simplemente me dijo: «Coge tu guitarra y ven a tocar en la Misa del domingo, te necesitamos. Y no te preocupes, lo aprenderás todo por el camino «.

De ese gesto de confianza nacieron muchas experiencias: desde la pastoral juvenil de los misioneros de La Salette hasta la organización de la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia 2016, pasando por el trabajo en la prensa católica en Polonia y ahora en la Santa Sede.

Mi historia es una historia como muchas otras, ejemplos así hay muchos. Todos ellos son ejemplos que muestran que cuando se da confianza, exa confianza siempre se devuelve. Especialmente para parte de los jóvenes.

Espero que estas orientaciones se conviertan en incentivo para alimentar aún más esta confianza mutua. Para todos aquellos que deseen consultarlas o descargarlas -y esperamos que sean muchos- desde hoy las orientaciones están disponibles en laityfamilylife.va página web del dicasterio, en 5 idiomas y en varios formatos, también en una versión para imprimir.

Discurso de Maria Lisa Abu Nassar.

¡Qué hermosa es la Iglesia! Al leer el texto, pensó precisamente esto. La Iglesia se esfuerza continuamente por abrirse, por mejorarse, reconociendo a las personas que más necesitan ser amadas y guiadas por la Iglesia, ayudándolas a encontrar su identidad de hijos de Dios.

En la JMJ de Cracovia de 2016, tuve mi primera experiencia de peregrinación internacional, en la que participé junto a un grupo de jóvenes de Tierra Santa, principalmente de Nazaret y Haifa. Vivimos días de preparación en Haifa y al llegar a Cracovia nos encontramos con muchos jóvenes de diferentes países del mundo, cada grupo con su propia bandera de pertenencia, mientras que nosotros estábamos allí sin ninguna bandera, para evitar cualquier conflicto político. Sin embargo, fueron los acontecimientos de la JMJ los que nos recordaron que pertenecemos a la Madre Iglesia y que somos hijos de un solo Padre, unidos a todos los jóvenes del mundo.

A pesar de los muchos conflictos que hay en mi tierra, siempre sigue siendo un lugar de peregrinación, donde los jóvenes y los peregrinos se encuentran con Jesús. Por eso importante sería animar en los jóvenes locales para escalar y descubrir el Evangelio caminando por las huellas de Jesús en los lugares donde vivió. Cuántos jóvenes, como dice el texto de las Orientaciones, no vendrían a rezar a la iglesia, pero estarían dispuestos a participar en una experiencia de peregrinación, caminando y descubriendo nuevas cosas juntas, creando nuevas amistades y compartiendo momentos de alegría.

Tierra Santa es un pequeño territorio con diferentes religiones, en el que los cristianos son a minoría. Qué importante sería, sobre todo en estos días dada la situación en Jerusalén y en todo el territorio, abrir la puerta al diálogo entre jóvenes de diferentes religiones. Creo que todos los jóvenes, a pesar de nuestras diferencias, partimos de un punto común, buscamos algo, o más bien Alguien, que pueda dar sentido a nuestra existencia. Promover la oportunidad de un diálogo de este tipo en las iglesias de Tierra Santa, a través de la JMJ, dando así a todos la posibilidad de expresarse, significaría poder esperar que un día reine la paz en la Tierra donde nació y viviós.

Discurso de Gelson Fernando Augusto Dinis

Mi nombre es Gelson Fernando Augusto Dinis. Soy de Angola, de Luanda. Guardo 24 años. Soy seminarista, licenciado en Filosofía y Teología. Actualmente estoy cursando la Licenciatura en Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Urbaniana.

Tuvo la oportunidad de leer el documento «Orientaciones pastorales para la celebración de la Jornada World de la Juventud en las Iglesias particulares». Su profundidad y belleza me han impactado mucho. En particular, el énfasis que da a la Iglesia como mediadora del encuentro del joven con Dios, ya sus ministros como facilitadores de este encuentro. En la Iglesia todos deben sentirse acogidos y amados, pero sobre todo acompañados, y en particular los jóvenes, que están llamados a ser testigos del amor de Dios all donde se encuentren.

Las Jornadas Mundiales de la Juventud nacieron precisamente con esta intención: manifestar el amor de Cristo por los jóvenes en través de la cercanía de la Iglesia. Los jóvenes son sus hijos preciosos y amadísimos, que deben estar en el centro de su misión evangelizadora.

Los jóvenes, como perlas preciosas de la Iglesia, encuentran en las Jornadas diocesanas de la Juventud una oportunidad no solo para experimentar la comuna eclesial, sino también para aprender a escuchar a los miembros de la comunidad en la que se encuentran. Por eso, en estas ocasiones, la cercanía del parroco, del obispo, es fundamental, para que los jóvenes se sientan acogidos y comprendan que son esenciales para la misión de la Iglesia, que en sí misma no excluye a nadie.

Por otra parte, estas Jornadas son también un espacio vocacional, de verdadero descubrimiento de la voluntad de Dios en la propia vida. Yo también, en algunos encuentros similares a estos, he tenido experiencias importantes en mi camino vocacional. Por ejemplo: antes de coming to Rome, pude participar tanto en varias misas con motivo de la celebración diocesana de la Jornada de la Juventud, presidida por el obispo de mi diócesis, como en varias vigilias vocacionales, algunas de ellas celebradas en las distinguas parroquias de la diócesis, para implicar a los jóvenes. La dedicación y la búsqueda del que me guía hicieron desear entrar en el yo miismo en el seminario unos años después.

Por eso, como bien señala en el documento, la cercanía de los pastores, ya sean obispos o sacerdotes, sobre todo en estas ocasiones, sirve de estímulo para el discernimiento de cada joven. Pero además del acompañamiento de los obispos o de los sacerdotes, el testimio de las familias -sobre todo de los matrimonios más jóvenes- es fundamental para que cada joven, evangelizado por su presencia, descubra el proyecto de Dios en su interior y no tenga miedo de hacer una elección definitiva para su vida.

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