El Aula Magna de la Universidad CEU San Pablo se quedó pequeña para escuchar la ponencia del obispo de la diócesis de Orihuela-Alicante, monseñor José Ignacio Munilla.
Durante este fin de semana se está celebrando en la Universidad CEU San Pablo el 26º Congreso de Católicos y Vida Pública organizado por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP).
El invitado estrella en la ponencia de la mañana de este sábado 16 de noviembre ha sido el obispo Munilla que arrancó su intervención confesando que se había olvidado en el tren los esquemas que llevaba preparados. Munilla ha estado acompañado por el periodista y profesor del CEU, José Francisco Serrano Oceja que ha sido el encargado de presentar al prelado reconociendo la dificultad de esta encomienda debido a que Munilla ya es ampliamente conocido por todos.
A pesar de haberse dejado los papeles en el AVE, monseñor Munilla ha logrado articular una sesión verdaderamente interesante y con suficiente contenido. El obispo donostiarra ha confesado esta mañana que «nuestra cultura ha perdido el rumbo». La ponencia de Munilla ha girado sobre el problema actual en nuestros días por la enemistad con la cruz. «En estos tiempos de crisis debemos descubrir la sabiduría de la cruz de Cristo», apuntó el obispo.
Monseñor Munilla afirmó que «la denuncia y la alternancia política no va a solucionar esto» ya que se trata de una crisis mucho más profunda que ha impregnado todo. El obispo de Orihuela-Alicante ha subrayado que «el pensamiento mundano se nos ha infiltrado a todos» y para combatirlo ha pedido «un movimiento de conversos que se tomen enserio el seguimiento al Crucificado».
El exobispo de San Sebastián remarcó en varios momentos de su intervención que «el mal principal de nuestro tiempo es que nos hemos convertido en enemigos de la cruz«. A continuación, el obispo Munilla expuso una especie de decálogo sobre ideologías, corrientes o estilos de vida que son enemigos de la cruz.
Del materialismo capitalista a la secularización interna de la Iglesia pasando por el socialismo y el lobby LGTB
José Ignacio Munilla apuntó en primer lugar al «materialismo capitalista y consumista» como uno de los enemigos de la cruz. «Trata de compensar el vacío del corazón de hombre», señaló.
También disparó contra el alcohol, sexo y drogas como mecanismos de evasión de la realidad por buscar «el placer desligado de la felicidad». Aún así, Munilla quiso incidir en que es gente que busca a Dios pero que aún no lo saben.
Con suma claridad, el obispo de Orihuela-Alicante afirmó que «el socialismo es enemigo de la cruz» porque se «olvida de la existencia del pecado». «Olvidan apelar al sacrificio y pretenden que ‘papá estado’ solucione todo», agregó el prelado vasco. Además, Munilla también señaló a la ideología de género y al lobby LGTB como «enemigos de la cruz por pretender elevar el deseo a categoría de ley en vez de reconocer las heridas afectivas».
Munilla no obvió la crisis que se vive dentro de la Iglesia y denunció la «secularización interna» que ésta padece por «haber asumido los valores del mundo». El obispo de Orihuela-Alicante remarcó que «Jesús no fue un moderador de pluralismos«. También advirtió sobre el peligro de buscar «un cristianismo que sea aplaudido por todo el mundo» y recordó las palabras de Jesús en el Evangelio: «¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros!»
about:blank
En ese sentido, criticó que existen planes educativos que también son enemigos de la cruz. «Se ha relegado el principio del esfuerzo, del autodominio y de autoridad», lamentó el obispo al mismo tiempo que denunciaba el avance de «principios pedagógicos que se han popularizado y son enemigos de la cruz».
Monseñor José Ignacio Munilla alzó la voz contra «la vivencia de relaciones afectivas que huyen del compromiso definitivo y de la apertura a la vida». «¡Cuánto sufrimiento por no saber amar!», exclamó el obispo. Durante su ponencia, también abordó un tema que conoce bien como es el mundo de las redes sociales y reconoció que en estos momentos «el paradigma digital es enemigo de la cruz por que son utilizadas como niñeras de compañía para entretener».
Terminando con el decálogo, Munilla advirtió sobre esa «nueva era» que «busca una felicidad desligada de la santidad en donde se busca sustituir a Dios por la felicidad». Como último punto, el obispo arremetió contra ese planteamiento del final de la vida en donde ahora se «reivindica el derecho al suicidio» para así no sufrir.
La clave de Munilla
«Hay que convertirse en alumnos de la escuela de la cruz de Cristo«, señaló Munilla como solución a todos estos males. El obispo de Orihuela-Alicante hizo hincapié en que «este mundo sufre mucho por no querer sufrir, por escapar de la cruz de Cristo». Para monseñor José Ignacio Munilla, «la clave está en si queremos sufrir con sentido o sufrir sin sentido» y apoyándose en una cita de san Josemaría Escrivá de Balaguer avisó que «por huir de la cruz se sufre más».
Por último, en respuesta a una de las preguntas planteadas por José Francisco Serrano Oceja, José Ignacio Munilla dejó unas declaraciones que sirven de aviso para muchos: «Reducir el Evangelio a enseñanzas sapienciales es traicionar el Evangelio. Es reducir el cristianismo a un moralismo. El núcleo del Evangelio es la redención», sentenció Munilla.
Por JAVIER ARIAS.
SÁBADO 16 DE NOVIEMBRE DE 2024.
INFO VATICANA.
