* El periódico más antiguo y más leído de Italia, Corriere della Sera, pagó una “suma sustancial” en compensación a un financista británico por acusaciones difamatorias de malversación de fondos, fraude y corrupción.
* El Vaticano lo ha acusado, junto con el cardenal Becciu, de supuestamente malversar fondos en la compra de un edificio en Londres, pero el cargo no ha podido ser sustentado.
El Tribunal Superior de Londres escuchó el miércoles que el editor del periódico, RCS Media Group, acordó pagar una compensación a Raffaele Mincione (en la foto), un ciudadano italiano con ciudadanía británica adquirida, para resolver el caso.
El editor también acordó eliminar dos artículos en línea de 2019 y 2020 sobre la venta de 60 Sloane Avenue en Chelsea, Londres, al Vaticano.
Los documentos del caso afirman que Corriere della Sera tiene una circulación impresa diaria de 250.000, casi 5,5 millones de visitantes diarios en línea y un número considerable de lectores entre los 600.000 italianos que viven en el Reino Unido.
Los artículos se relacionaban con un escándalo de corrupción en curso en torno a las estrategias de inversión del Vaticano. Mincione, quien fundó la firma de inversión de capital privado WRM Group, fue una de las diez personas acusadas de fraude y malversación por parte del Vaticano el año pasado en relación con el acuerdo inmobiliario de Londres. Niega los cargos y sostiene que actuó correctamente en todo momento.
Le dijo al tribunal del Vaticano en curso a principios de este año que los funcionarios de la iglesia conocían los riesgos: “La palabra riesgo se especifica al menos 150 veces en nuestro fondo”, dijo, según Religion News Service. “Es como cuando vas a comprar cigarrillos y las palabras ‘Smoke Kills’ están escritas en él”.
La participación de Mincione comenzó en 2014 cuando la Secretaría de Estado del Vaticano invirtió 350 millones de euros con él en la empresa inmobiliaria. Fue retirado del trato en 2018 después de que el Vaticano sintiera que estaba siendo estafado, según un informe de Reuters sobre el documento de acusación.
El primer artículo del Corriere della Sera, en noviembre de 2019, informó que había motivos razonables para sospechar que Mincione había sido culpable de conspiración criminal y fraude en relación con la venta de la propiedad de Chelsea al Vaticano por tres veces más de lo que valía meses antes. .
El segundo artículo, publicado en junio de 2020, informó que había motivos razonables para sospechar que era culpable de malversación de fondos, alegando que esto se debió en parte a que se había apropiado indebidamente de parte del dinero invertido por el Vaticano y lo había usado para beneficio personal.
Según un comunicado de prensa sobre el acuerdo, un periodista del Corriere della Sera interrogado por los abogados de Mincione en el Tribunal Superior afirmó que no podía recordar las fuentes de parte de su información, mientras que otro periodista admitió que no autenticaron las pruebas documentales, algunas de las cuales eran destruidas antes de que el caso llegara a los tribunales.
Después de que Mincione iniciara un proceso por difamación , el editor admitió que las imputaciones que se le hacían en estos artículos eran difamatorias.
Había planeado defender el caso en el Tribunal Superior utilizando la defensa del interés público en un juicio que debía comenzar en noviembre, pero en septiembre ofreció un acuerdo que implicaba una “suma sustancial” de compensación. El miércoles se leyó una declaración ante el tribunal que marcaba el final del caso.
Mincione, quien afirmó que los artículos dañaron gravemente su reputación personal y profesional en Inglaterra, dijo: “Estos artículos eran falsos, engañosos y altamente difamatorios. Me causaron un daño considerable.
“Incluso después de que se publicaron y el daño ya estaba hecho, intentamos varias veces resolver la disputa con RCS.
“Es revelador que RCS ni siquiera intentó argumentar que los artículos eran ciertos y, en cambio, se basó en una defensa de interés público. Como ha sido el caso a lo largo de esta saga, nadie ha podido presentar ninguna evidencia de que yo o las empresas del Grupo WRM hayamos hecho algo malo”.
Por Charlotte Tobitt
CIUDAD DEL VATICANO.
PRESSGAZETTE.
Imagen: David M. Benett/Getty Images para M Industry London
