El Parlament sigue adelante con los trabajos de la comisión sobre la pederastia eclesial, que también analiza el Congreso, aunque en su caso delegó la investigación en el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, quIeN solicitó un informe a la Iglesia sobre sus archivos internos. Coincidiendo con la entrega de ese informe, la cámara catalana ha exigido la declaración como testigo en la comisión del cardenal Juan José Omella.
La citación de Omella, arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, se aprobó con los votos de ERC, Junts, Comuns y CUP. Los parlamentarios de PSC-Units votaron en contra, mientras que el resto de grupos no participó. La formación de Junts, partidaria de la comparecencia, se alió con el PSC para evitar que también declarasen el arzobispo de Tarragona y los obispos de Vic y de Solsona.
Los socialistas rechazaron estas declaraciones por entender que se solapan con los testimonios ya previstos de los responsables de prevención de cada diócesis. Junts, por su parte, esgrimió argumentos parecidos y subrayó que con Juan José Omella ya queda suficientemente representada la jerarquía eclesiástica. La Conferencia Episcopal no ha reaccionado oficialmente a la petición del Parlament de Catalunya, pero…
Fuentes próximas a la cúpula de la Iglesia muestran su malestar por entender que todo lo que el cardenal Omella podría decir ya se recoge en el informe entregado al Defensor del Pueblo. Este documento señala que la Iglesia ha recibido al menos 706 denuncias de abusos sexuales desde 1945. El año pasado se registraron 186 nuevas denuncias que afectaban a menores de edad cuando se produjeron los hechos.
En total, según el propio texto entregado al Defensor, 179 víctimas eran menores de edad y las otras siete eran “equiparables legalmente a menores”. Eso quiere decir que se trata de adolescentes o jóvenes con algún tipo de discapacidad intelectual que merma sus capacidades cognitivas, lo que los convierte de facto en menores. De estos 186 casos, 116 se comunicaron en congregaciones religiosas y 70, en oficinas diocesanas.
Los partidarios de la comparecencia de Omella replican que el propio papa Francisco ha pedido colaboración para destapar todos los casos de pederastia en la Iglesia. La presencia del presidente de la Conferencia Episcopal Española, agregan, está justificada. “El máximo responsable tiene que explicar el punto de vista de la Iglesia sobre este grave problema y qué se está haciendo para evitar que se repita”, ha explicado Junts.
La comisión del Parlament sobre abusos sexuales en el seno de la Iglesia también tiene previsto escuchar los testimonios de la mano derecha del abad de Montserrat, el prior Bernat Juliol, además del propio Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, y su homóloga en Catalunya, la síndica de Greuges Esther Giménez Salinas. Los miembros del grupo de investigación pedirán además la comparecencia de relevantes expertos.
De relevantes expertos y notabilísimas voces en representación de las víctimas, como el escritor Alejandro Palomas y Miguel Hurtado, primer denunciante del denominado caso Montserrat. Otros testimonios recabados serán los de Vicki Bernadet, de la fundación que lleva su nombre, y Manuel Barbero, de la asociación Mans Petites y cuyo hijo también fue víctima de un religioso pederasta.
Alejandro Palomas, Miguel Hurtado, Vicki Bernadet y Manuel Barbero son cuatro de los rostros visibles de la plataforma tolerancia 0 ante los abusos sexuales infantiles. Los cuatro se han mostrado muy críticos con la investigación del Defensor del Pueblo, que adolece “de potestades coercitivas para investigar en profundidad”. La suya “es una hoja de ruta que no tiene ruta ni hoja”, ironiza Alejandro Palomas.
A juicio de estas cuatro personas y de aquellas a las que representan, aún quedan cinco preguntas clave por responder. ¿Cuántos religiosos pederastas (y empleados, voluntarios y personal laico de instituciones religiosas) ha habido en España? ¿De cuántas víctimas abusó cada uno? ¿Qué porcentaje del clero ha cometido pederastia? ¿Cuántos menores han sido agredidos por varios pederastas? ¿Cuántas víctimas han sufrido secuelas?
BARCELONA, ESPAÑA.
LA VANGUARDIA.
