* «Estos escandalosos episodios demuestran que el cardenal Víctor Manuel Fernández no tiene las cualidades mínimas necesarias para desempeñar el papel de defensor de la fe».
La Academia Juan Pablo II para la Vida Humana y la Familia ha pedido al Papa Francisco que destituya al Cardenal Víctor Fernández de su cargo como jefe del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF).
La Academia Juan Pablo II, fundada en 2017 por ex miembros de la Academia Pontificia para la Vida (APV) destituidos por Francisco, condenó los “libros escandalosos” que escribió en el pasado el cardenal Fernández y afirmó que el actual jefe del DDF “no tiene las cualidades mínimas necesarias para desempeñar el papel de defensor de la fe” y, por tanto, debería ser destituido por el Papa.
En un comunicado publicado el 17 de enero, la Academia escribió que “se siente obligada a expresar su asombro y perplejidad por el hecho de que el cardenal Víctor Manuel Fernández haya aceptado el cargo de Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe a pesar de haber escrito en décadas pasadas libros escandalosos de carácter erótico que rayan en la pornografía y que contienen pasajes que chocan con la enseñanza tradicional de la Iglesia…”
“[E]n particular sus obras ‘ Sáname con tu boca – El arte de besar’ y ‘ La Pasión mística – espiritualidad y sensualidad ‘ ). Lejos de retractarse de los pasajes vergonzosos que contienen estas obras, el cardenal Fernández se ha limitado a afirmar que hoy no las habría publicado y que ha prohibido su reimpresión”.
“La literatura sensual-mística a la que el cardenal tiene una propensión particular es uno de los peores males de nuestro tiempo en la medida en que, bajo el pretexto de la espiritualidad, en realidad no hace más que justificar los peores excesos de la revolución sexual que está corrompiendo profundamente nuestra sociedad y llevando a nuestra juventud al abismo”, continúa el comunicado.
La Academia Juan Pablo II explicó que este tipo de literatura místico-sensual escrita por Fernández es peligrosa porque, incluso si el autor tiene buenas intenciones, puede llevar a las personas a pecados de lujuria bajo la apariencia de espiritualidad.
“Aunque todos los actos honestos realizados con buenas intenciones son meritorios ante Dios, las relaciones sexuales en nuestro actual orden de naturaleza caída están tan ligadas a una concupiscencia rebelde que, generalmente, no pueden constituir un objeto que despierte o eleve la piedad”, afirmó la Academia.
“Ya durante el pontificado de Pío XI, la Suprema Sagrada Congregación del Santo Oficio publicó una Instrucción titulada De sensuali et de sensuali-mystico litterarum genere condenando explícitamente la literatura místico-sensual, en particular las obras de aquellos autores que ‘no temen embellecer’ el pasto de una sensualidad enfermiza con cosas sagradas, mezclando amores inmodestos con una cierta piedad hacia Dios y un misticismo religioso enteramente falso’”.
“La Instrucción [de Pío XI] afirma explícitamente que ninguna intención del autor puede impedir ‘que los lectores cuya fragilidad es generalmente grande, como también lo es su propensión a la lujuria como resultado de la corrupción de su naturaleza, sean gradualmente atrapados en las redes de el cebo de estos pajes impuros, no sean pervertidos en sus mentes ni depravados en sus corazones’”.
“Es deplorable que casi un siglo después de esta Instrucción, los católicos laicos tengan que recordar al Prefecto [del DDF] la amonestación de su propio predecesor:
Que estos literatos aprendan de una vez por todas que no pueden servir a dos amos: Dios y la sensualidad, la religión y la impureza. ‘El que no está conmigo, dijo el Señor Jesús, está contra mí’ (Mateo, 12, 30). Ciertamente no están con Jesucristo los escritores que, mediante descripciones sórdidas, depravan las buenas costumbres, que son los fundamentos más auténticos de la sociedad civil y familiar”.
Según la Academia Juan Pablo II,
“Estos escandalosos episodios demuestran que el cardenal Víctor Manuel Fernández no tiene las cualidades mínimas necesarias para cumplir el papel de defensor de la fe”.
“Por este motivo, esta Academia pide formalmente al Santo Padre que lo destituya y nombre en su lugar a un teólogo competente y fiel a las enseñanzas morales de la Iglesia”, concluye el comunicado.
La heterodoxa reconstrucción de la APV por parte del Papa Francisco
En 1994, el Papa Juan Pablo II fundó la Academia Pontificia para la Vida para estudiar y defender la vida humana en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural. Sin embargo, a partir de 2016, el Papa Francisco despidió a la mayoría de los miembros ortodoxos elegidos por Juan Pablo II y cambió los estatutos de la APV para que los nuevos miembros ya no tuvieran que firmar una declaración que defendiera las enseñanzas provida de la Iglesia. Francisco también ha ampliado el mandato de la PAV para incluir un enfoque en el medio ambiente.
Por este motivo, ex miembros de la APV fundaron la Academia Juan Pablo II en octubre de 2017 para continuar “desplegando el esplendor de la verdad sobre la vida y la familia tal como lo enseñó el Papa San Juan Pablo”.
Desde 2017, Francisco ha realizado numerosos nombramientos escandalosos para la APV, incluidos miembros que apoyan la eutanasia , el aborto y la anticoncepción ,en flagrante contradicción con las enseñanzas perennes de la Iglesia y la misión original de la APV.
Por ANDREAS WAILZER.
MARTES 23 DE ENERO DE 2024.
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