Con motivo de la fiesta de San Miguel Arcángel, patrono y protector de la Policía Estatal Italiana y del Cuerpo de Gendarmería del Vaticano, Francisco celebró la misa en el Altar de la Cátedra, en la Basílica de San Pedro. El camino que el Papa indica es el del servicio, humilde, cercano y fraternal. Cada vez que venís a servir, dice Francisco en su homilía, imitáis a Jesucristo. Cada vez que dais un paso para poner orden, pensad que estáis haciendo un servicio, estáis haciendo una conversión que es servicio. Y en la forma en que lo hacéis, hacéis el bien a los demás».
El servicio, explica el Papa, es el camino de la conversión. Refiriéndose a las lecturas de este domingo, Francisco enfatiza que la conversión es un abrazo con Dios, un viaje de encuentro mutuo en el que se produce lo que Jesús cuenta del padre con el hijo pródigo. Uno se encuentra con el otro: por un lado están los que lo dejan todo por un abrazo, por el otro están los que no se sienten castigados sino acogidos y perdonados.
Esta es la forma, dice Francisco, que concluye con su agradecimiento personal al Cuerpo de Gendarmería: «Gracias por vuestro servicio. Gracias, porque veo que vuestro servicio va por este camino. A veces alguien puede resbalar un poco, pero en la vida ¿quién no resbala? ¡Todos! Pero nos levantamos: «No lo hice bien, pero ahora…». Tomar siempre este camino para la conversión de las personas y también para la propia conversión».
Con información de Vatican News/Elvia Ragosta