En el Evangelio de este cuarto domingo de Pascua, Jesús se nos presenta como el pastor. Todo pastor tiene un rebaño al que cuida y alimenta, de ahí que el Señor se nos muestra con esta figura porque es justamente lo que hace con los suyos, los cuida, los protege y no solo eso, sino que los ama profundamente y los alimenta no con un alimento perecedero, sino aquel que proporciona la vida eterna, pues el alimento de los suyos no es otro que su propio cuerpo y su propia sangre que son prenda de su entrega, perdón y salvación.
Las ovejas que Jesús tiene son suyas en cuanto que el Padre se las ha dado y se las ha confiado. Nadie se las puede arrebatar porque el Padre es más poderoso que todos y no solo no lo permite, sino que Jesús está ahí para defenderlas y cuidarlas.
Las ovejas de Jesús tienen dos características, escuchan su voz y lo siguen. Lo primero es que saben escuchar, saben distinguir la voz del pastor de entre muchas otras voces engañosas, pero solo reconocen la de Él como verdadera y lo siguen.
Este Evangelio te debe hacer tomar conciencia que si tienes la fe cristiana es porque el Padre así lo ha querido, te ha escogido como su oveja y te ha confiado al amor y al cuidado de Jesús. Y Él ha tomado muy en serio la encomienda de su Padre, te ama y cuida con verdadera solicitud.
Esta es la primera certeza que debes tener en tu vida de fe. Eres elegido, amado y cuidado por Dios. De esto no te debe caber ninguna duda y se debe convertir en tu primera motivación para tomar en serio y vivir con intensidad tu vida cristiana y no vivir como oveja descarriada.
Si bien lo primero corresponde a Dios, lo segundo te toca a ti. En primer lugar, debes estar dispuesto a abrir el oído, a escuchar a Dios, pues la fe nace de la escucha. Si te cierras a la escucha, entonces también te cerrarás al seguimiento, pues Jesús dice que quien escucha su voz lo sigue. ¿No será que no sigues a Jesús precisamente porque te niegas a oír su voz, y no será que te niegas a oír su voz porque tienes miedo de cambiar tu vida, dejar tu pecado y seguirlo?
No tengas miedo a abrir tu oído a la escucha de Jesús, pues si no lo escuchas, entonces seguirás a falsos pastores e ideologías contrarias a la fe, el esoterismo, los horóscopos, el yoga, la adivinación, el budismo y tantas supersticiones más que son falsas voces y falsos pastores. Tú ábrete a la escucha del verdadero pastor, a su palabra, a su evangelio, a las enseñanzas de su iglesia y entonces dejarás de andar buscando otros pastos que no son capaces de darte vida eterna.
Señor Jesús, mi pastor bueno, ten piedad de mí. Dale un corazón dócil y obediente a tu voz. No permitas que me vaya detrás de otros falsos pastores y doctrinas. Hazme entender que cuidando tú de mí y amándome, no necesito de nada más en la vida.
Feliz domingo. Dios te bendiga.