El nuevo escándalo pederasta que sacude a Argentina y al Vaticano

ACN
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2021
El reverendo Ariel Alberto Príncipi, sacerdote de la diócesis de Villa de la Concepción del Río Cuarto, Argentina, y amigo personal del ahora cardenal argentino Víctor Manuel Tucho Fernández, es acusado de abusar sexualmente de varios menores durante «oraciones de sanación» en el contexto de círculos de oración «carismáticos».

Junio de 2023
El tribunal interdiocesano local declaró culpable a Príncipi en junio de 2023. Esta decisión fue confirmada por un tribunal interdiocesano de apelación de la archidiócesis de Buenos Aires. Ambos tribunales actuaban por delegación del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Príncipi fue laicizado.

Julio de 2024
El arzobispo Peña Parra, representante de la Secretaría de Estado del Vaticano, sin tener legalmente ninguna competencia, suspendió la condena de Príncipi y sólo le impuso el ministerio sacerdotal restringido.

Días después, en julio de 2024
El Dicasterio para la Doctrina de la Fe (Monseñor John J. Kennedy) desautorizó públicamente a Monseñor Peña Parra. El obispo diocesano de Príncipi confirmó que la laicización del sacerdote era definitiva. Según InfoVaticana.com (23 de octubre), estas idas y venidas muestran el caos absoluto en el que está sumida la Iglesia bajo Francisco.

En este contexto, Andrea Tornielli entrevistó el 19 de octubre en los medios oficiales vaticanos al arzobispo Filippo Iannone, prefecto del Dicasterio para los Textos Legislativos.

Monseñor Iannone explica que una persona [como Príncipi] que ha sido condenada
– puede pedir al Dicasterio para la Doctrina de la Fe la restitutio in integrum (es decir, la restauración del estado original);
– puede pedir una revisión en forma de indulto, que lleva a cabo la Signatura Apostólica o se encomienda a otros organismos, pero que comunica la Secretaría de Estado.

Parece que Ariel Alberto Príncipi eligió la segunda posibilidad y pidió la «gracia» de una revisión, basándose en algunos elementos que pueden indicarse en tales casos.

En este caso, NO pudo haber sido Tucho Fernández, su amigo, quien le concediera a Príncipi la revocatoria de la condena, porque el pedido no habría pasado por su escritorio.

Monseñor Peña Parra también debe ser exonerado. Cuando finalmente se concedió la petición de Príncipi, él sólo actuaba como cartero de una decisión de la Signatura Apostólica.

Es importante señalar que las peticiones finales de clemencia sólo pueden «confiarse a otros órganos» [por ejemplo, la Signatura Apostólica] mediante la intervención personal de un Papa, ya que los casos de abusos sexuales clericales son competencia exclusiva de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

El artículo 116 del Derecho Propio de la Signatura Apostólica establece que la Signatura sólo puede intervenir en tales recursos cuando se le «encomienda el examen de una solicitud de un favor que sólo puede ser concedido por el Romano Pontífice» y que actúa únicamente para «considerar si se debe aconsejar a Su Santidad que conceda el favor».

Existe, por tanto, una fuerte sospecha de que el propio Francisco intervino para despejar el camino a la reincorporación de Principi.

Esto sugeriría que el arzobispo Kennedy estaba actuando, dentro de su competencia, para anular un acto directamente autorizado por Francisco. El futuro destino de Kennedy mostrará si este fue el caso.

BUENOS AIRES, ARGENTYINA.

MIÉRCOLES 23 DE OCTUBRE DE 2024.

ESNEWS.

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