La Santa Sede ha hecho público el nombramiento de nuevos consultores para el Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
El Santo Padre ha apostado por incorporar en esta tanda de nombramientos a un buen número de mujeres como por ejemplo la profesora chilena Claudia Leal Luna; la religiosa Giuseppina Daniela Del Gaudio; Benedetta Rossi o Sandra Mazzolini.
Francisco también ha nombrado como nuevo consultor a Antonio Staglianò, presidente de la Academia Pontificia de Teología; a Giacomo Canobbio, director científico de la Academia Católica de Brescia; Carlo Dell’Osso, secretario del Pontificio Instituto de Arqueología Cristiana de Roma; Basilio Petrà, profesor emérito de la Facultad de Teología de Italia Central de Florencia; Bruno Fabio Pighin, profesor emérito de la Facultad de Derecho Canónico «San Pío X» de Venecia y al sacerdote Mario Stefano Antonelli, rector del Pontificio Seminario Lombardo de los Santos Ambrosio y Carlos de Roma.
Nombramientos controvertidos
Uno de los nombramientos más controvertidos e inexplicables es el de Aristide Fumagalli, sacerdote ambrosiano. Doctor en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, profesor de Teología moral en la Facultad teológica de la Italia septentrional. Este sacerdote es autor del libro La cuestión del género un libro que trata de vender «lo positivo de las perspectivas de género».
Pero sin duda el nombramiento que más ha llamado la atención es el del polémico y controvertido sacerdote Maurizio Chiodi que ha generado diversas controversias en el ámbito eclesiástico, especialmente por su postura sobre temas bioéticos y morales.
Chiodi es conocido por ser miembro de la Pontificia Academia para la Vida, y por sus escritos y conferencias sobre cuestiones éticas, en particular relacionadas con la moral sexual y el uso de anticonceptivos.
Las polémicas de Maurizio Chiodi
Para hacernos una idea de quién es Maurizio Chiodi, conviene señalar las polémicas más significativas que le salpican, como por ejemplo sus opiniones acerca del uso de anticonceptivos artificiales. En una conferencia pronunciada en 2017, Chiodi sugirió que, en ciertas circunstancias, el uso de anticonceptivos podría considerarse moralmente aceptable dentro de la doctrina católica, en oposición a lo expresado por la encíclica *Humanae Vitae* de 1968, que prohíbe de manera estricta el uso de métodos anticonceptivos no naturales.
Chiodi también ha sido criticado por su enfoque más heterodoxo en cuanto a la ética sexual. En sus trabajos, ha abogado por un discernimiento pastoral que tenga en cuenta las complejidades de la vida moderna y las situaciones particulares de cada persona, lo que en ocasiones ha sido interpretado como una apertura hacia posturas más liberales respecto a temas como la homosexualidad, la cohabitación y el matrimonio. El pasado mes de agosto en una entrevista volvió a defender que «tenemos que repensar» la enseñanza tradicional sobre la homosexualidad y la anticoncepción.
Por otro lado, su cercanía con las ideas promovidas por el Papa Francisco, especialmente en relación con la exhortación apostólica Amoris Laetitia (2016), ha sido otro foco de controversia. Chiodi ha defendido la idea de que el documento permite una mayor apertura en temas como el acceso de los divorciados vueltos a casar a la comunión, y en la posibilidad de un discernimiento individualizado en situaciones complejas.
La Pontificia Academia para la Vida, de la que Chiodi es miembro, ha experimentado un cambio significativo en sus miembros y en su enfoque bajo el pontificado de Francisco. Chiodi ha sido visto como parte de una nueva corriente más abierta al diálogo con la modernidad en temas bioéticos. Estas transformaciones han sido fuertemente criticadas por algunos sectores dentro del Vaticano, quienes argumentan que la Academia ha abandonado su compromiso con la defensa irrestricta de la vida.
LUNES 22 DE SEPTIEMBRE DE 2024.
INFO VATICANA.
