Cada vez que hablamos de aborto hay controversia. Y eso es bueno, porque es una prueba indirecta del hecho de que el aborto es un asesinato. Si no fuera así, ¿por qué tanto alboroto cada vez que se menciona siquiera?
La última polémica se refiere al G7 que se celebra del 13 al 15 de junio en Fasano, en provincia de Brindisi. Según una reconstrucción propuesta por Il Foglio y publicada ayer por Giulia Pompili, desde el 12 de junio comenzaron a circular en Bruselas rumores según los cuales Italia tenía la intención de modificar la declaración final del G7 del año pasado, celebrada en Hiroshima, en relación con la parte sobre el aborto, que dice lo siguiente:
Afirmamos la importancia de preservar y garantizar el acceso efectivo al aborto legal seguro y a la atención postaborto».
La modificación italiana eliminaría toda esta sección. Pero en realidad, a ninguno de los participantes del G7 le gustaría tocar esa frase. Como lo señalaronfuentes gubernamentales :
Ningún Estado ha pedido eliminar la referencia, como informaron algunos medios de prensa en un momento en que la dinámica de negociación aún está en curso».
Lo que ocurrió en cambio es que las delegaciones francesa y canadiense quieren ir más allá y modificar este apartado elevando el aborto a la categoría de derecho fundamental.
En resumen, los franceses, junto con los canadienses, quisieran replicar en Brindisi lo que hicieron recientemente a la sombra de la Torre Eiffel, insertando el aborto en su Carta Constitucional y calificándolo así de derecho fundamental.
Esta modificación, actualmente, no ha sido aprobada ni ha sido cancelada. Por lo que sabemos, es sólo objeto de debate. Puede ser que se apruebe, puede ser que se vuelva a proponer la declaración final del año pasado o que se elija una redacción diferente. Sin embargo, es difícil imaginar que no habrá ninguna referencia, explícita o implícita, al aborto.
Cualquiera que sea la decisión final , ésta será fruto de los acuerdos de los países participantes, como precisan fuentes de la Presidencia italiana: «todo lo que entrará en el documento final será un punto final resultante de las negociaciones».
Lamentablemente, Italia ya firmó el año pasado ese pasaje de la declaración final que se abre al aborto.
De hecho, Ansa se arrancaba los pelos porque en un posible borrador de la declaración final el pasaje sobre el aborto no sería demasiado explícito: «Reiteramos nuestros compromisos expresados en el comunicado final del G7 en Hiroshima para un acceso universal, adecuado y sostenible a los servicios de salud para las mujeres, incluidos los derechos reproductivos». Y así se tituló: «La palabra aborto no está en el borrador final del G7». Aparte del hecho de que no estamos seguros de que sea el borrador final, cabe señalar que la consternación que Ansa muestra por este borrador también debería manifestarse por las decenas y decenas de documentos de los distintos organismos de la ONU que han estado utilizando el la expresión “derechos reproductivos” significa “aborto”.
El cortocircuito mediático en esta historia resalta la dinámica de información o desinformación que domina los medios y las redes sociales. En este caso estamos mucho más allá de la interpretación distorsionada o al menos casual de un hecho, porque nos enfrentamos a la creación de un hecho inexistente: Italia habría eliminado la referencia al aborto de la declaración final. En cambio, como se aclaró, la referencia lamentablemente estará ahí. Lo que es incierto es el grado de importancia que se asignará a esta práctica: desde la referencia implícita contenida en la expresión «derechos reproductivos» hasta la indicación del aborto como un derecho fundamental.
Sea como fuere, los verdaderos perdedores no serán el gobierno italiano de Meloni ni los hiperabortistas franceses, sino siempre ellos: los niños en el vientre de sus madres.
POR Tommaso Scandroglio.
ROMA, ITALIA.
VIERNES 14 DE JUNIO DE 2024.
LANUOVABQ.
(ANSA) – BARI, 13 JUNIO – “No dejes que una mujer viva esto”. Con esta divertida declaración, que se escuchó en el vídeo oficial del G7, la primera ministra, Giorgia Meloni, se dirigió esta mañana al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, después de esperarle durante más de 20 minutos a la entrada de Borgo Egnazia, durante la ceremonia en la que los dirigentes fueron recibidos por el primer ministro italiano en Cumbria.
Biden protagoniza otro episodio de desorientación en la cumbre del G7
*. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, tuvo que reconducir al presidente de EU cuando se apartaba, visiblemente desorientado, del resto del grupo
- Por LORENA SÁEZ.
- LA RAZÓN.
Joe Biden ha protagonizado este jueves otro episodio de desorientación durante la primera jornada de la Cumbre del G7 en Italia. La imagen ya es viral en redes sociales.
El presidente de Estados Unidos compartía impresiones desde el césped del Club de Golf San Domenico con el canciller alemán, Olaf Scholz, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, el presidente francés, Emmanuel Macron, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, poco antes de presenciar la ceremonia de la bandera al término de la última sesión de trabajo del día.
Los soldados de Folgore, la brigada paracaidista del Ejército italiano, saltaron minutos después desde dos aviones mientras portaban las banderas de los siete países miembros del selecto club de las economías más desarrolladas del mundo y de la Unión Europea.